Nieto: «España saldrá ganando con la transición energética»

I.G.Villota
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El director de la Organización Internacional del Trabajo en España augura un futuro basado en la digitalización, con nuevas profesiones y un cambio educativo hacia la formación vitalicia

«España saldrá ganando con la transición energética». Una lectura positiva es la que ha hecho hoy el director de la oficina de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en España, Joaquín Nieto. Lo hizo durante su intervención en Toledo con motivo del II Encuentro Interuniversitario sobre el futuro del Trabajo organizado ayer por la Universidad de Castilla-La Mancha, que contó con la presencia con la secretaria de Estado de Empleo, Yolanda Valdeolivas, y con representantes del mundo unviersitario, de los sindicatos y de las empresas.

Nieto auguró, a meses vista de la conmemoración del primer centenario de la Organización Interncional del Trabajo, un futuro basado en la digitalización, la robótica y la transición energética, con la desaparición de profesiones y la creación de otras y con un cambio educativo basado en la formación vitalicia. «Ya no puede haber un sistema educativo que termine a los 26 años, sino que se tiene que prolongar a lo largo de toda la vida de las personas e incluso prolongarse con la jubilación activa», apuntó.

Estos cambios pueden afectar «hasta a nueve millones de empleos» en nuestro país y «más de mil millones» en todo el mundo, un tercio de los trabajadores actuales, cifró el experto.

Nieto justifica su contundente afirmación inicial relativa a que España ganará con la transición energética en que «no tiene fuentes tradicionales de energía, sino que iene que importar el petroleo y el gas, y sin embargo tiene mucha riqueza de las fuentes renovables. Por tanto, España dejaría de depender energéticamente del exterior y empezaría a ser autosuficiente», subrayó.

El director de OIT animó, eso sí, a analizar los efectos para conseguir que la transición sea justa. «Entiendo los efectos de los empleos que se van a crear y mitigando los efectos de los empleos que se van a destruir».

Respecto a la situación de España en la apuesta por la digitalización y la robótica, señaló que «no está a la vanguardia mundial de la robótica y la digitalización, pero tampoco a la retaguardia, está en una situación intermedia con posibilidades».