i. g. v. / toledo

La madrileña Galería Emma (Emotion&Madrid), situada cerca del Museo de Arte Reina Sofía, inauguró a finales del pasado mes de julio la exposición ‘Surrealismo Ibero Ruso’, una muestra integrada por las obras de más de veinte artistas llegados desde diversos rincones del mundo, que contó con la presencia de cinco obras del pintor toledano Andrés López Santiago. La muestra se clausuró el 5 de agosto pero viajará en próximas fechas a París y Estocolmo.

El artista explica que su aportación consitió en cinco cuadros en los que se materializa «el surrealismo mezclado con el realismo mágico», las corrientes artísticas «preferidas» por el autor.

Dos de los cuadros seleccionados para la exposición fueron creados hace dos años, otro hace poco más de un lustro y los restantes se pintaron meses antes de estrenar la muestr.

López Santiago asegura que hay dos «ideas fundamentales» sobrevolando las pinturas y que están relacionadas, como no podía ser de otra forma, con la crisis económica. «Tal como está el país, los artistas no podemos mirar hacia otro lado. Hay muchas personas que lo están pasando mal y eso es lo que quería».

Cuenta que ‘El valle de los corderos’ representa «el momento en el que se encuentra mucha gente hoy en día. En el cuadro se puede ver un montón de corderos en un valle que representan al pueblo en el desfiladero, al borde del precipicio».

Y es que, según el autor, estos son ‘buenos’ momentos para el surrealismo. «Mi objetivo era expresar la idea de que quienes están pagando la crisis económica no son los responsables de ella».

Otro de los «esbozos clave» está expresado en ‘El extintor de energía’. Y es que, a través de una figura ambigua -ni humana ni animal- sobre un soporte móvil representa «aquello que queremos tener». Concretamente, «una capacidad para convertir la energía negativa en positiva para poder salir de la situación actual».

López Santiago añade que «nos resultará muy difícil» pero, en sentido filosófico, quería expresar la «predisposición, la actitud, la fe o el ímpetu» que necesitamos «para revertir la situación y encontrar fuerza con el objetivo de luchar para revertir la crisis». Por eso, insiste en que «tenemos que remar todos en una misma dirección para conseguirlo».

Otra de las obras presentadas lleva por título ‘La factoría bélica’. Un cuadro de 1,90 por 1,40 metros «muy querido» por el autor, quizá uno su preferido. «Representa un edificio que podía ser el Alcázar de Toledo cuando estaba destruido. Además, aparecen bolas azules -representativas del bando nacional- y bolas rojas -del republicano-». No en vano, el pintor considera que «por desgracia la guerra y la venta de armas siempre están presentes».

‘La metamorfosis’ se centra en la cara de una niña con un gesto de «nostalgia esperanzadora» que  «procede de otra dimensión y que está mutando, en proceso de cambio» y representa esos momentos en la vida, generalmente «complicados».

Por tanto, una aportación «muy variada» a la muestra madrileña, que viajará por otros lugares del mundo dejando la impronta de nuestra tierra.

perfil. Andrés López Santiago es un artista toledano de 53 años que también ha trabajado en el mundo de la publicidad y la comunicación. Desde hace 16 años realiza clases de pintura en su academia, ‘Tres colores, tres culturas’, que en la actualidad cuenta con cerca de 100 alumnos, la mayor parte mujeres. El artista trabaja actualmente en una exposición que, según cuenta, verá la luz en San Marcos el próximo mes de marzo.