«Somos los portavoces, no los protagonistas»

J. Monroy | TOLEDO
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José Luis, Mila, Ricardo, Enrique, Álvaro y Pepe abordan hoy su tercer día de huelga de hambre con más mareos y dolores de cabeza que de estómago, y aprovechando su tiempo para trabajar por el 22M

«Somos los portavoces, no los protagonistas» - Foto: Víctor Ballesteros

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Han cogido sus vacaciones y, lejos de hacer turismo, las están dedicando a ayudar a los demás. José Luis, Mila, Ricardo, Enrique, Álvaro y Pepe son las seis personas que están en huelga de hambre en Toledo para llamar la atención de tantas personas «que si están pasando hambre es porque no tienen para comer».

Hoy abordan su tercer día sin probar bocado, sustentándose tan sólo de bebidas isotónicas y de chicles en el caso de José Luis, que en eso no hay consenso. Durante los dos primeros días, no han notado mucho la falta de alimentos, pero sí han padecido mareos y dolores de cabeza. Lo que no falta es el humor durante su estancia en la Asociación de Vecinos El Tajo, y la segunda noche allí fue mejor que la primera.

Trabajando. Sin embargo, los seis huelguistas quieren unir de protagonismo. Son los portavoces de las Jornadas de Lucha de la Dignidad, no los protagonistas. Desde la Asociación de Vecinos coordinan la prensa y la logística. Pero «la semana de la lucha social no es sólo la huelga de hambre; hay concentraciones contra la violencia de género, por las cuestiones medioambientales, y hay una asamblea ciudadana contra el control, otra por una educación pública de calidad y una manifestación por la sanidad pública», recuerda Pepe.

«El objetivo de esto es que se difunda nuestra indignación con lo que están haciendo los gobiernos, que consideran más importante la macroeconomía que la dignidad de las personas», dice Enrique. Ricardo advierte que esperan poner su granito de arena para lograr soluciones, y que no se repitan suicidios como el del martes, de un hombre de Logroño que habían desahuciado. «Luchamos por pan, trabajo y dignidad, para que estas cosas no sucedan, porque hay muchos suicidios por el techo y el hambre, y no se conocen», explica. Pepe se acuerda de ese momento de lo que le dijo una mujer al iniciar su huelga: «yo no me atrevo a hacer huelga de hambre, pero paso hambre». Lo suyo, explica, «es una decisión política, por el pan, trabajo, techo y dignidad, pero hay quienes no tienen para comer, además de los desahucios o las relaciones laborales, esto te lleva a una huelga como esta».

A partir del sábado, Enrique advierte que se prepararán para seguir luchando. Porque es una lucha, explica José Luis, de largo recorrido, en la que quizás, coinciden, tengan que repetir la huelga, «pero que la sociedad se entere de que tenemos un problema, que tenemos que resolver todos juntos».