200 viviendas residenciales tienen uso turístico en Toledo

Á. de la Paz
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El Ayuntamiento trabaja en la elaboración de una ordenanza municipal consensuada para reforzar el decreto autonómico aprobado el pasado verano

Toledo desvía 200 viviendas residenciales para uso turístico - Foto: VÁ­ctor Ballesteros

El debate sobre el modelo de ciudad y la convivencia entre el tradicional segmento residencial y el emergente mercado de viviendas de uso turístico reunió en la Real Fundación de Toledo a representantes de la administración, expertos en urbanismo, portavoces de los sectores implicados y sociedad civil. Las intervenciones de los ponentes, centradas en los aspectos positivos y negativos que emergen de una realidad desconocida hace pocos años, trataron de aportar luz a un fenómeno visible, especialmente, en la zona del Casco histórico. La eclosión de este tipo de alojamientos no hoteleros en el área monumental de la capital regional requerirá de «una ordenanza municipal para reforzar la regulación autonómica que ya existe», explicó Teo García, el edil de Urbanismo.

García apuntó a la necesidad de «velar por los intereses de los vecinos» con la de regular una actividad económica sujeta a una normativa que se deberá «perfeccionar y adecuar». El concejal se refirió al plazo de un año como tiempo aproximado para la aprobación de la nueva norma municipal. Tras la derogación del POM, el Ayuntamiento incluyó este tipo de viviendas bajo una modificación puntual del mismo. La intención del responsable de Urbanismo es dotar a la ciudad de un marco estable y definitivo. «Tendremos un mejor acuerdo porque será fruto del consenso entre todos; también vecinos y gente que emprende en este sector».

La idea del Consistorio pasa por «reforzar» la legislación autonómica. La directora general de Turismo, Ana Isabel Fernández Samper, aludió a la potencialidad de este conjunto de actividades en la región. «Las viviendas de uso turístico suponen para Castilla-La Mancha, más que una amenaza, una oportunidad», proclamó. La representante de la Junta enumeró a las posibilidades «monumentales, culturales, gastronómicas y de tradiciones y costumbres» que pueden representar los viajeros para el territorio de la meseta sur. Fernández Samper se felicitó por el músculo creciente de la industria en el territorio y aplaudió su capacidad para «fijar población y generar riqueza».

Fernández Samper estimó en unas 400 las viviendas de uso turístico de Toledo que estarán inscritas en el registro de la Junta cuando finalice el año. La normativa vigente obliga a sus propietarios a comunicar a la administración pública su actividad y realizar una declaración responsable para legalizar la actividad.

Desde la Empresa Municipal de Suelo y Vivienda abordaron la proliferación de viviendas para uso vacacional con la presentación de un informe realizado el 1 de junio de 2018. El estudio cifró en 200 hogares «el desvío», en el ámbito del Casco histórico, entre este uso y el tradicional residencial. La cantidad surge de la resta entre las 353 viviendas completas de uso turístico que ofertaba en aquella fecha próxima a la festividad del Corpus Christi el portal Airbnb y las 153 viviendas para alquiler residencial aparecidas en las web Fotocasa e Idealista (sumando ambas). La proliferación de estos alojamientos ha modificado la geografía humana y territorial de Toledo. El ensayo estima en 20,87 euros el gasto medio diario por turista y determina que el barrio monumental concentra el 87% de la oferta en Toledo.