Por su parte, el portavoz del Grupo Municipal Socialista, José Gutiérrez, censuró la actuación del alcalde en el Debate del Estado del Municipio y la justificó como normal en las personas «que se saben perdedoras y que reaccionan atancando, insultando y mintiendo». Fue parte del balance de un debate que el mayor grupo en la oposición no calificó como tal «ya que no puede llamarse así a escuchar durante dos horas al alcalde leer su agenda y la de sus concejales, desmenuzar después un Plan Estratégico encargado a última hora y sin ninguna novedad, y que ha costado a los talaveranos 70.000 euros».

En rueda de prensa, Gutiérrez aseguró que el primer edil gastó su turno con «actividades que organizan otros colectivos colectivos o instituciones, porque no había gestión que contar, pero esperó al último momento cuando no había réplica para la descalificación». Así, recordó que en el Debate de 2016 se centró en resumir el Decálogo de Proyectos Irrenunciables y el pasado el informe de la situación local elaborado desde la UCLM y este año «tocaba el Plan Estratégico» aunque los talaveranos -explicó, «saben que esto no es el país de las maravillas».

El socialista aseguró que pusieron a Ramos «frente a su propio espejo» lo que le llevo a «ponerse nervioso y se enfadó». Gutiérrez recuerda que hablaron de temas municipales, de competencia del Gobierno de Ramos, y su falta de gestión llevaron al alcalde a sentirse «acorralado porque no tiene un proyecto de ciudad». En este sentido, recordaron que Ramos cobra un sueldo de 70.000 euros al año además de tener a gran parte de su equipo de Gobierno liberado, pr lo que le exigen «más atención y más trabajo a la ciudad».

Sobre las declaraciones de la portavoz, los socialistas indican que fue Ramos «el que perdió los papeles y la compostura» asegurando que es él mismo «quien está pidiendo que se acabe ya este partido».