La directiva del club es consciente de la importancia del encuentro y, por ello, ha declarado el choque puertas abiertas: «Lo ha hecho buscando, precisamente, que se registre un buen ambiente en el pabellón porque son dos localidades relativamente cercanas». Pero también hay otro condicionante y es que el equipo no se puede permitir más tropiezos, puesto que la ventaja con el segundo, Leganés, se ha reducido a cinco puntos: «No es lo mismo tener cinco puntos que 14. Sabía desde la jornada 1 que esto es muy largo y que no es fácil». Ahora más que nunca «somos conscientes de que cada partido es una final y que la distancia que teníamos, que daba una cierta tranquilidad, se ha reducido. Los jugadores son conscientes de ello y el vestuario está muy unido y, sobre todo, muy mentalizado de que esto lo vamos a sacar adelante».