Raíces y esencias de Miguel Herrero

e. martín | TOLEDO
-

El Museo de Santa Cruz acoge una exposición sobre el artista centrada en la pintura, cinematografía y poesía

El Museo de Santa Cruz acoge desde ayer y hasta el próximo 4 de septiembre la exposición ‘Miguel Herrero. Raíces y esencias’, una muestra que recorre la obra de uno de los artistas más relevantes de la segunda mitad del siglo XX. El viceconsejero de Cultura, Jesús Carrascosa, y la directora provincial del mismo ramo, Cristina Aranda, acudieron ayer a la inauguración de esta exposición en la que se puede conocer la trayectoria artística desde los años 40 y hasta los 90.

El recorrido comienza con parte de su obra más oscura, ocre y dramática influida por la Guerra Civil y posteriormente al asistente acudirá a una alegoría de colores. Una trayectoria definida del artista donde se aprecian actos costumbristas en su pintura y figuras femeninas. No pueden faltar otras temáticas clave en su bagaje  como la flamencología y la tauromaquia, donde desarrolló con gran personalidad su expresión. De hecho, tuvo una gran amistad con Luis Miguel Dominguín, Paco Camino y Palomo Linares.

El hijo del artista invitó a conocer un legado «tan interesante, único, con una personalidad muy fuerte que no se parece a ningún otro, es una oportunidad única para descubrirlo aquí en España». Se puede hacer de forma cronológica y asistir a un acercamiento al espíritu  de Herrero, que desarrolló varias facetas artísticas y un arte único y personal. Es un recorrido intenso por su temática, técnica y filosofía.

Lo componen un total de 50 obras en las que se pueden ver diversas técnicas de óleo, pastel, tintas, lápiz, acuarela y técnicas mixtas sobre diversos soportes. Asimismo, se presentan películas, fotografías, reportajes periodísticos y poemas.

El espectador se sentirá fascinado por la autonomía en sus trazos y su densidad en el lenguaje personal.  En los primeros años, el color tiene una presencia en tonos ocres con una nitidez en la expresividad de la esencia de los personajes. «A medida que asimilaba su personalidad artística y transformaba su actitud inquieta hacia el desarrollo de diversos canales artísticos, Miguel Herrero se mantuvo fiel a una visión muy personal de expresividad plasmando la realidad de su época y dándole una interpretación muy determinante con una distinción protagonista. Su independencia y personalidad en la obra modelan los volúmenes de las formas de los personajes tomando aires de expresividad personal», comentó.

En la exposición individual ‘Miguel Herrero. Raíces y esencias’, que se inauguró ayer en el Museo  de Santa Cruz, se exponen obras que el Ministerio de Cultura de España seleccionó y llevó en el año 1962 a los museos de categoría internacional como son el Museo Nacional de Nagoya en Japón, Museo de Arte Okland en California (USA), International House de Denver (USA), D´Arcy Gallery, New York (USA), Art Alliance, Filadelfia, etc, y obras que obtuvieron la medalla de Oro en la Bienal de Alejandría en 1961.

En definitiva, una carrera centrada en la pintura, la dirección de cine y la poesía que toledanos y turistas pueden visitar hasta el mes de septiembre.