Se viene desarrollando en la localidad desde hace doscientos años cada domingo de Resurrección. Es el Tinaní, una fiesta tradicional quismondana que este año, se promocionará en la Feria Internacional de Turismo en Madrid (FITUR), coincidiendo con el día de la provincia de Toledo. La presentación será esta tarde, a las 18,00 horas, en colaboración con la Diputación de Toledo. Allí, se llevará a cabo una representación del baile de la bandera, con la asistencia de una cuadrilla y una presentación pública de la celebración donde no faltará un vídeo de la propia fiesta quismondana.

Así lo explica a este diario José Eugenio del Castillo, alcalde de Quismondo, quien indica que en estos momentos desde el Ayuntamiento se está buscando documentación para comprobar cual de las versiones sobre el ‘Tinaní’ se acerca más a la realidad. Asegura, que los hechos más relevantes de esta fiesta llegan de la mano de la historia. En el término municipal se desarrolló la conocida batalla de Talavera con la presencia relevante de un guerrillero de Quismondo. En honor a él se llevó a cabo un homenaje al Cristo Resucitado bailando la bandera nacional.

Así, en esta fiesta, se toca una música muy antigua, de ahí su nombre  ‘Tinaní’, que es la onomatopeya del sonido de la dulzaina al interpretar las notas de las melodías propias de estas ceremonias. Con este acto se homenajea a todos los fallecidos en la batalla de Talavera.

El proyecto del Consistorio es seguir documentando la fiesta, para en un futuro poder solicitar incluso la declaración de fiesta de interés turístico.

Cada domingo de Resurrección, cuatro jóvenes y un niño realizan una serie de ceremonias en honor de Cristo Resucitado y de su Madre la Virgen María, acompañados por la música de la dulzaina castellana y los redobles del tambor. La cuadrilla, compuesta por el abanderado, que lleva la bandera; el ‘alcalde’, con su bastón; el mochiller, el menor de todos y dos alabarderos, encargados de dar escolta al alcalde y la bandera. Tras la misa de Resurrección, con las imágenes ya en la calle, el Cristo Resucitado y su madre La Virgen María, aún con su mantilla negra, reciben la ceremonia del ‘Tinaní’.