El nido del Águila

S.M.
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Un edificio de la Diputación en la subida a La Granja albergará el Museo de Bahamontes

El nido del Águila - Foto: yolanda lancha

Bahamontes ya tiene un sitio para su nido. O, mejor dicho, para su merecido museo. El Águila de Toledo podrá exponer su notable colección de artículos ciclistas en el Casco Histórico después de que se haya definido el espacio en el que poder acoger la muestra. Será en un edificio propiedad de la Diputación Provincial en la subida a La Granja. En concreto, donde se emplazan los servicios de Cultura y Deportes y que anteriormente pertenecía a la Junta para acoger Sanidad y Consumo.

Con esta decisión, se da luz verde a que Federico Martín Bahamontes pueda disponer de un escenario ideal para llevar a la capital regional una colección que, hasta ahora, ha conservado en las instalaciones de la empresa Würth en Seseña. Sin duda, se cumple uno de los grandes anhelos del ganador del Tour de Francia en 1959, quien deseaba que los objetos que ha ido reuniendo durante toda su carrera descansaran en el Casco Histórico de la ciudad.

De acuerdo con sus propias palabras, «el edificio se encuentra al lado del principal de la Diputación y nada más salir de las escaleras mecánicas», una situación perfecta para que pueda atraer la atención del público. Además de esta buena comunicación, Bahamontes confiesa que «el espacio es suficiente para dar cabida a todo», en referencia a la colección, al tiempo que apunta la posibilidad de que «quieran hacer algo más para que se pueda visitar el museo en condiciones».

El ex ciclista insiste en que «me gusta mucho el sitio que han escogido», por lo que ahora sólo falta dar los pasos definitivos para que el museo se convierta en realidad. Al respecto, el toledano se muestra confiado en que las instituciones «sigan arrimando el hombro» para que el proyecto, que lleva varios planteado, pueda llevarse a cabo.

Una colección envidiable. Sin duda, el contenido del futuro Museo de Bahamontes servirá de atracción para los amantes del ciclismo. Se trata de una colección única en la que pueden apreciarse las bicicletas que reunió el corredor, tanto en su etapa como deportista profesional como de carácter histórico. Incluso, se hallan varias muy significativas, como la del Tour de Francia de 1959, en el que se impuso.

También acumula la ropa con la que competía, tanto los maillots como las zapatillas. Sin embargo, Bahamontes no sólo cuenta con sus objetos personales en su museo, sino que también ha reunido las elásticas de todos los ganadores españoles del Tour, desde el suyo propio hasta el de Contador, entre otros artículos de gran valor para quienes aprecian el ciclismo y que pronto tendrán en Toledo un lugar de peregrinación.