La barbarie terrorista volvió ayer a suelo estadounidense, donde dos hombres armados intentaron atentar contra una exposición de caricaturas de Mahoma celebrada en Dallas, si bien la Policía pudo frenar este ataque y acabó con la vida de los asaltantes.

En la noche del pasado domingo -madrugada del lunes en España- los varones abrieron fuego con rifles de asalto en la zona de aparcamiento de un centro de convenciones en la capital del estado de Texas, hiriendo a uno de los guardias de seguridad que vigilaba el complejo. Acto seguido, se inició un tiroteo en el que los asaltantes fueron abatidos. El agente herido fue alcanzado en el tobillo, aunque fue dado de alta unas horas después de ingresar en el hospital.

La muestra, Dibuja al profeta, contaba en ese momento con 200 asistentes, que fueron evacuados.

El FBI identificó a uno de los dos atacantes como Elton Simpson, un hombre de Arizona que había sido investigado anteriormente por delitos de terrorismo. 

Las autoridades creen que fue Simpson quien lanzó varios mensajes en Twitter antes del ataque, el último de ellos publicado media hora antes del atentado, empleando la etiqueta #TexasAttack (#AtaqueenTexas), si bien su cuenta se encuentra ya borrada. También se cree que en uno de sus últimos mensajes habría jurado lealtad junto a su «hermano» al Abubakar al Baghdadi, líder del Estado Islámico (EI), y confiaban en que dios les aceptara como muyahidines.

Precisamente, en esa red social, un miliciano del EI indicó que los dos autores del tiroteo eran partidarios del grupo yihadista. 

En varios tuits, el extremista Abú Hussain al Britani indicó que «dos de nuestros hermanos acaban de disparar contra la exposición sobre el profeta Mahoma en Texas». Posteriormente, Hussain defendió que «la muerte es mejor que vivir humillado». «Los hermanos de Texas puede que no tuvieran experiencia en disparar, pero fueron rápidos en defender el honor del profeta», aplaudió.