Alrededor de 600 metros cuadrados repartidos en dos módulos, oficinas para técnicos y voluntarios, una terraza con unas vistas privilegiadas, una sala para buscar empleo y un salón de conferencias que se divide en tres habitaciones para acoger diferentes cursos, son simplemente algunas de las posibilidades que ofrece la renovada sede de Cruz Roja en Talavera a todos sus usuarios.

Situada en su emplazamiento habitual (número 8 de la avenida Gregorio de los Ríos), pero con otra imagen mucho más vanguardista, esta obra arquitectónica diseñada en el estudio Urtiaga Gurumeta y ejecutada por la constructora Rojoga pretende dar respuesta a todas aquellas personas  que han demandado algunos de sus servicios durante los últimos años.

Aunque la presentación oficial de las instalaciones tendrá lugar el próximo viernes a las 18,00 horas con la presencia del vicepresidente nacional y presidente regional de la institución humanitaria, Javier Senent y de otras muchas responsabilidades sociales y políticas tanto de la ciudad como de Castilla-La Mancha, el presidente de Cruz Roja en Talavera, Juan Carlos Santos, organizó en la mañana de ayer una visita guiada a los medios de comunicación por las renovadas instalaciones y una rueda de prensa en la que también estuvieron presentes el arquitecto, Manuel Urtiaga y un representante de la constructora, Gaspar Galán.

En ella, Santos destacó la necesidad que tenía la institución de reformar sus instalaciones desde el año 1998 para adaptarlo a las nuevas tecnologías y al concepto de accesibilidad. Y es que, durante 2014 Cruz Roja ha impartido 25 cursos a 250 personas relacionados con el empleo y, evidentemente, se han ten ido que realizar fuera de las instalaciones  porque la capacidad no era la suficiente.

Uno de los aspectos que quiso resaltar en la mañana de ayer Juan Carlos Santos fue la financiación de la obra. «Todo el trabajo está realizado con fondos propios que hemos obtenido a través de la cuota de socios, venta de lotería o actividades con el objetivo de conseguir fondos», indicó. En total, 365.000 euros que han convertido las anticuadas instalaciones en un complejo moderno, útil, accesible y, sobre todo, con muchísimas posiblidades.

El arquitecto, Manuel Urtiaga, destacó la modificación de la imagen exterior para evitar humedades por medio de un material negro de mucha calidad. Además, las instalaciones cuentan con una terraza de grandes dimensiones que se podrá utilizar para diferentes eventos, siempre y cuando la climatología acompañe.