El peso medio del lince ibérico ronda los 12,5 kilos, con una longitud de 80 centímetros y una altura de 45 centímetros. Un oído preciso y una vista privilegiada, así como unas manos grandes y unas patas traseras atléticas, permiten unas condiciones para la caza óptimas para este felino, que además completa con una dentadura capaz de asestar golpes mortales.

Así son las características de los ocho ejemplares que se soltarán estos días en Los Montes de Toledo, a razón de liberación de grupos de linces ibéricos cada 15 días. Los agentes medioambientales disponen de un punto de observación para controlar a los animales en las dos hectáreas perimetradas, así como se cuenta con cámaras de fototrampeo para grabar el comportamiento de los felinos. «Se vigila que estén bien. Que sus relaciones y su comportamiento sean idóneos. Y que su estado físico sea idóneo antes de liberarlos», detalló ayer el técnico de la Consejería de Agricultura Carlos Serrano.

muertes de ejemplares. Además, los técnicos harán un seguimiento de los ocho ejemplares una vez que sean totalmente liberados mediante un collar que marca su posición y un GPS. «Se procura estar encima de ellos», indicó. En la provincia de Ciudad Real, se liberaron el pasado verano ocho ejemplares de lince ibéricos, de los cuales dos han muerto ya, uno de ellos por el disparo de un cazador.

La consejera de Agricultura de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, María Luisa Soriano, destacó ayer ante los medios de comunicación que el programa incluye formación y educación ambiental para que los ciudadanos se mentalicen de la importancia de que «no perdamos ninguna especie». De hecho, se llevará a los municipios implicados en la zona de la presencia del lince ibérico unos paneles informativos sobre este animal. «Para que conozcan la importancia del proyecto y de recuperar una especie de una belleza y una singularidad como el lince», dijo.