Toledo, incluida en las dos zonas de CLM más contaminadas

M.G.
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La capital de la región superó más de 25 veces los niveles de ozono troposférico permitidos por la OMS en 2017

La población europea y española respira aire contaminado. Lo advierten los expertos desde hace años y lo avisa también la Organización Mundial de la Salud (OMS). Toledo tampoco es una excepción y lleva años arrastrando un exceso de partículas contaminantes derivadas de la actividad industrial, del exceso de circulación de vehículos y de su cercanía con Madrid, ciudad que genera una importante contaminación.

El último informe de Ecologistas en Acción sobre la calidad del aire en todo el territorio español vuelve a abordar la problemática medioambiental de la capital de Castilla-La Mancha y de toda la provincia. Del documento se desprende que los contaminantes más frecuentes y de mayor incidencia el año pasado fueron el ozono troposférico, las partículas materiales de menos de diez micras y las de 2,5 micras, ambas miden la concentración de sustancias en el aire y las  última se asocian a la contaminación producida por los vehículos diésel,  una problemática que ha encendido el debate sobre el uso de estos motores en un futuro.

Las estaciones de medición volvieron a ofrecer el año pasado datos preocupantes en Toledo en relación al ozono troposférico, tanto en la ciudad como en distintos puntos de la provincia (Illescas y Villaluenga de la Sagra). Es necesario resaltar también que Castillejos y San Pablo de los Montes encabezan los lugares más contaminados, ya que superaron los niveles marcados 82 y 85 días respectivamente.  

Teniendo en cuenta la normativa actual, «la mitad de ellas registraron unas superaciones promedio anuales mayores de las 25 permitidas en el trienio 2015-2017». Estos gases contaminantes proceden en su mayor parte de los tubos de escape de los vehículos y son unos de los de mayor incidencia en España, como apunta Ecologistas en Acción desde hace años, llevan tiempo alertando a la Organización Mundial de la Salud (OMS), puesto que afecta directamente a la salud y a los cultivos, provocando un importante daño medioambiental.

Por tanto, si se toman en consideración los criterios de la OMS, las tres cuartas partes de las estaciones de medición de la región rebasaron el año pasado los límites establecidos en más de 75 ocasiones, lo que significa un alto nivel de contaminación por ozono troposférico al haber sobrepasado «todas las superaciones admisibles durante tres años». Y en este análisis la peor parte se la lleva la estación de San Pablo de los Montes, en la provincia de Toledo, que registró 159 días de mala calidad del aire en 2017, es decir, prácticamente la mitad del año. Aun así, las zonas más contaminadas de la región se sitúan en Azuqueca y el Corredor del Henares, sin olvidar Puertollano, población que  ya despunta «con varios episodios de alta contaminación», superando por primera vez «el umbral de alerta del Estado español desde 2012», aunque el informe recoge que la Junta únicamente «se limitó a difundir un aviso rutinario» a pesar de la gravedad de la situación.

Por otra parte, la organización ecologista insiste en que los análisis de la calidad ambiental suelen efectuarse ajustándose a la legislación actual, bastante más laxa que  los criterios que maneja la OMS, pero aún así los índices evidencian una importante problemática. En este caso, el informe añade que el objetivo legal establecido para la protección de la vegetación durante el quinquenio 2013-2017 «se superó en 17 estaciones y en todas las zonas» de Castilla-La Mancha, una realidad que indica «que la totalidad de los cultivos, montes y espacios naturales están expuestos a niveles de ozono que dañan la vegetación».

más contaminantes. El resto de partículas no afectan tanto a nuestra ciudad, aunque la intensidad del tráfico rodado también afecta a pesar de que no se trate de un núcleo urbano como Madrid, Barcelona o Valencia. En principio, «las partículas en suspensión- las de menos de diez micras- afectaron a todo el territorio castellanomanchego» el año pasado, salvo en los Montes de Toledo y de Guadalajara. La organización ecologista comprobó que en todas las estaciones «se registraron superaciones de los valores medios anual y diario recomendados por la OMS». Además, en Talavera de la Reina, por ejemplo, también se rebasó el límite diario de 50 microgramos por metro cúbico

El informe también añade que de las partículas en suspensión de menos 2,5 micras, la zona más afectada de Toledo fue Añover, aunque lo cierto es que las mediciones «se quedan lejos del límite legal anual».

Por último, Ecologistas en Acción  también remarca las mediciones de hidrocarburos aromáticos policíclicos, un grupo de más de un centenar de sustancias químicas que suelen formarse tras una combustión incompleta de materia orgánica, también señalan a Toledo por superar los niveles recomendados por la OMS para este compuesto cancerígeno, pero en ningún caso rebasaron los límites marcados por la ley.

En conclusión, el informe deja claro «que la población castellano-manchega respira un aire perjudicial para la salud» e invita a la administración regional a poner en marcha un plan de mejora de la calidad del aire para intentar revertir la situación y preservar la salud de los cultivos, del campo y del medio ambiente.