El Ministerio de Fomento no logró convecer con sus propuestas a los taxistas de Madrid y Barcelona, que decidieron ayer mantener la huelga indefinida que secundan desde el pasado fin de semana y a la que se van uniendo compañeros de decenas de ciudades de todo el territorio nacional. Tras una reunión en la que los conductores vieron «buena voluntad» por parte del Gobierno, pero «poco concretas» las medidas planteadas para limitar a las empresas de vehículo de alquiler con conductor (VTC), a firmas ya establecidas como Uber y Cabify, el paro siguió. 

Desde Fedetaxi, Antaxi y Élitetaxi, las tres asociaciones que mantuvieron el encuentro durante más de cuatro horas con el secretario de Estado, Pedro Saura, coincidieron en que «no es suficiente para irnos satisfechos, así que no desconvocamos nada». 

El socialista, que hoy se verá con el sector VTC, se comprometió a que en septiembre habrá «un nuevo marco normativo» que garantice la proporción que fija la ley entre los dos sectores (una licencia VTC por cada 30 de taxi). Pero sus interlocutores censuraron la falta de «concrección», por lo que proseguirán con su huelga.