La tradición taurina de Bargas es antiquísima, se remota a tiempos inmemoriales, celebrándose en sus plazas los festejos. Pero la inquietud de algunos vecinos hizo que se animasen a construir un coso de fábrica, que posteriormente adquirió el Ayuntamiento. Otro aspecto es la seriedad de los astados que allí se lidian, que tienen la característica de estar muy cuajados, con romana, amplios de pitones con seriedad.

Este año no va a ser diferente, pues Manuel Amador, gestor del coso, ha apostado por un encierro que bien podría lidiarse en una plaza de primera categoría en nuestro país. No ha tenido que viajar muy lejos de Bargas, a la finca El Castañar, donde pastan los toros del Conde de Mayalde. Una corrida que se ha mostrado en los carteles con las fundas de protección en los pitones, pero que en exclusiva, La Tribuna de Toledo ha podido fotografiar en el campo en todo su esplendor antes de embarcarse para el festejo.

El mayoral Juan Martín, que nos acompañó en la visita a los toros, nos indicó que van animales de tres sementales diferentes, y que el trapío de algunos toros es digno de la misma plaza de toros de Madrid. Los toros de Mayalde están rematados, cuajados y serios en sus defensas, lo que son un reclamo extraordinario para que los aficionados asistan el día 17 a Bargas.

Los matadores de toros que la empresa ha contratado para la corrida tienen cartel y categoría para que la tarde sea triunfal. David Mora, matador de Borox y afincado en Seseña, viene a Bargas tras una temporada en la que está cosechando triunfos destacados. Tiene un corte clásico, tanto con el capote como con la muleta. Desde su vuelta a los ruedos, tiene una tauromaquia más pausada y entregada, lo que ha conectado con el público en pureza y plasticidad.

Juan del Álamo es un fijo de esta ganadería y, tras actuar en la corrida de la capital a beneficio de Aspaym, vuelve a vestirse de luces ante los pupilos de Finat. Su concepto del toreo es castellano, de la escuela salmantina y con ello sabe torear con gusto los toros que tienen condiciones de embestir bien y por derecho.

El más joven del cartel es el novillero que fue la sensación la temporada pasada, hasta que se doctoró. Es una revolución con el capote, con suertes variadas, cuando coge los palos tiene una facilidad pasmosa de conectar con los tendidos y luego es un cañón con la espada.