Derecho a decidir, derecho a una «buena muerte»

J. G.
-

El doctor Luis Montes defiende en el Círculo de Arte la modificación del Código Penal para permitir la eutanasia y el suicidio asistido «siempre en un contexto de intenso sufrimiento» a la par de Europa

Se debate en la Cámara Alta de Inglaterra, en Francia existe un anteproyecto de ley y en Canadá ya se ha planteado en el Congreso. En Europa se habla con naturalidad del un tema arduo, difícil, por el contexto social, mientras que el debate queda reservado para la sociedad «avanzada». Así lo ve el doctor Luis Montes, presidente de la Asociación Federal Derecho a Morir Dignamente, que ayer protagonizó una charla-coloquio en el Círculo de Arte.

El anestesista que en los últimos años se ha visto envuelto en una serie de querellas con la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid acusado de sedaciones en dosis elevadas en enfermos terminales, abogaba ayer por la modificación del Código Penal para permitir la eutanasia y el suicidio asistido «siempre en un contexto de intenso sufrimiento».

Montes abordó estos dos métodos «para dar la muerte» desde la cercanía y sin tabúes. La disponibilidad de la propia vida, la facultad para decidir sobre el propio devenir y su finalización sin sujetarse a opiniones o directrices ajenas a la voluntad es un bien innegociable reconocido como un valor supremo en la Constitución, comprendido por tanto dentro del marco de las libertades y de los derechos democráticos, argumentan desde la Asociación Federal Derecho a Morir Dignamente con presencia en Toledo a través del correo electrónico dmdtoledo@eutanasia.ws.

Según las encuestas y los datos manejados por Montes, el 80 por ciento de los ciudadanos españoles piden un cambio del ordenamiento jurídico para que la eutanasia y el suicidio asistido se reconozcan dentro de la legalidad, ya que ahora, comentaba, estas acciones se consideran homicidio.

Así, en cuanto al suicidio asistido -un claro ejemplo es el caso de Ramón Sampedro- el doctor y presidente de esta asociación puntualizó que la motivación del colaborador, de la persona que facilita los medios para «dar la muerte, es una motivación altruista, de solidaridad, de justicia, en definitiva, un gesto de amor».

El derecho a morir con dignidad es la causa principal de este colectivo que ayer expuso en el Círculo de Arte argumentos suficientes para apoyar sus planteamientos.