La industria es otro de los sectores más perjudicados por la contratación de trabajadores por ETT. Aunque la legislación lo permite para cubrir picos y bajas puntuales o alguna actividad secundaria, nunca para cubrir puestos fijos, explicó, María Jesús Hernández, Secretaria de Empleo e Industria de CCOO, en realidad hay industrias utilizando las ETT de manera fraudulenta.

Hernández puso el ejemplo de la empresa Novares Ibérica, situada en Seseña. De sus 330 trabajadores, 240 son fijos y 90 de ETT. «Está utilizando estas ETT para hacer trabajo fijo», apuntó. Así lo denunció hace años el sindicato, que consiguió que 40 de estos trabajadores (con encadenamientos de contratos de cinco y seis años) pasaran a ser fijos. La respuesta de la empresa es despedir a sus ETT al año, para no tener que hacerlos fijos. El sindicato sigue pidiendo más contratos fijos. De igual forma, apuntó Nuria Garrido, se ha conseguido que nueve trabajadores de ETT de Icsa-AYA pasen a plantilla.

No es un caso aislado, explicó Hernández. Hay empresas con la mitad de plantilla de ETT, y otras con más de 300 empleados, que está despidiendo a los trabajadores fijos con experiencia, para que las ETT cubran sus puestos. Lo que ocurre es que «el trabajo no sale bien». Otras, como la propia Novares, estarían utilizando las ETT para no contratar más y evitar así la representación sindical.

Los sindicatos, por lo tanto, apuntó Hernández, está redoblando esfuerzos, junto con la Inspección de Empleo (a pesar de su falta de personal) para controlar estos abusos empresariales. El problema está en aquellas sin representación sindical.