Francia descarta que el avión explotara y ya analiza el audio de una 'caja negra'

AGENCIAS
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Los expertos confirman que el aparato chocó contra las rocas y ahora tratan de averiguar la causa

El avión no estalló en el aire y voló hasta el final». La investigación sobre el accidente mortal que sufrió el pasado martes el Airbus A320 fletado por la empresa de low cost Germanwings dio ayer un importante paso adelante, a pesar de las dudas que aún rodean al siniestro. Los expertos de la Oficina de Investigación y Análisis de la Seguridad de la Aviación Civil (BEA), el organismo francés dedicado a estudiar catástrofes en el aire, remarcó que, según los datos de los radares y los primeros resultados de los análisis sobre el terreno, la aeronave no sufrió una explosión en pleno vuelo, sino que, por causas que se desconocen, impactó contra una zona rocosa, escarpada y de difícil acceso localizada en los Alpes galos. Asimismo, confirmaron que hallaron una de las cajas negras del avión, la que graba los sonidos de la cabina, y que ya se encuentran estudiando los audios que contiene, aunque recordaron que será un proceso largo, ya que es necesario encontrar el otro dispositivo, en el que se graban los datos técnicos del vuelo, para confrontar la información que ofrezcan ambos.

Los investigadores, según explicó el director de la BEA, Rémi Jouty, ya han logrado extraer voces y sonidos, aunque señaló que todavía es «demasiado pronto para sacar conclusiones». «Debemos efectuar un trabajo detallado para analizar y comprender el contenido», explicó el directivo, al tiempo que solicitó unos días para explicar las primeras conclusiones. «En este momento no se puede establecer ninguna hipótesis», apuntó Jouty, sobre las causas del trágico accidente, aunque sí señaló desconocer los motivos por los cuales el aparato salió con retraso de El Prat. Una información que ofreció poco después el presidente del Comité Ejecutivo y ceo del Grupo Lufthansa, Carsten Spohr, que afirmó que el vuelo marcado por la tragedia despegó tarde de Barcelona por «congestión aérea», descartando cualquier relación entre esa incidencia y el posterior accidente.

Además del estudio de los datos extraídos, la prioridad es encontrar la segunda caja negra. El presidente francés, François Hollande, anunció que ya se había localizado la carcasa de ese dispositivo, pero no la grabadora que registra los datos. Un extremo que fue desmentido por el grupo de expertos.

visita oficial. El mandatario galo compareció en la localidad de Seyne-les Alpes, la más cercana al lugar del siniestro y en la que se ha ubicado el campo base del dispositivo de rescate, donde ofreció una rueda de prensa junto a los dirigentes de España y Alemania, Mariano Rajoy y Angela Merkel. Juntos, y acompañados también por el líder de la Generalitat, Artur Mas, sobrevolaron el lugar donde se encuentran esparcidos los restos. Todos los políticos apelaron a la unidad para esclarecer las causas de lo ocurrido y para identificar lo antes posible a las víctimas mortales.

Precisamente, en la montaña, que amaneció cubierta por una fina capa de nieve, lo cual dificultó aún más las labores de las Fuerzas de Seguridad y de los Equipos de Rescate, el ruido de los helicópteros no deja de retumbar por todo la zona, en un ir y venir sin descanso para tratar de agilizar la recuperación de los vestigios del siniestro. Así, a última hora de la tarde, justo antes de suspender las tareas por la falta de luz, los efectivos desplegados en la zona comenzaron la evacuación de los restos de las víctimas, según informaron FranceTVinfo y Le Figaro.

Según los últimos datos dados a conocer por la compañía aérea y por las autoridades, la mayor parte de los fallecidos en la catástrofe son alemanes y españoles, aunque también hay pasajeros de nacionalidad argentina, colombiana, venezolana, mexicana, británica o australiana, entre otras hasta alcanzar un total de 18 países.

La aerolínea Germanwings, que aún no ha dado la relación completa del pasaje acogiéndose a la normativa europea que le obliga a contactar con los familiares de todas las víctimas antes de hacer público ese listado, elevó la cifra de alemanes muertos a 72, aunque dejó la de los españoles en 35. Sin embargo, el Gobierno de Mariano Rajoy aumentó el número hasta 51, seis más que la cifra oficial que se anunció el día del suceso. La diferencia en los datos podría explicarse por el hecho de que alguna de las víctimas tuviesen doble nacionalidad, según explicaron fuentes de la firma germana.

familiares. Por otro lado, los habitantes de la zona pusieron a disposición de las familias 900 plazas para pernoctar, según informó el Ayuntamiento de Seyne-les-Alpes. Los allegados de los 150 muertos podrán descansar en hoteles, residencias o, incluso, en casas privadas. Muchos de ellos llegarán hoy a la zona en un avión fletado por Lufthansa, la matriz de la low cost germana. Otros, lo hicieron ya a lo largo de la jornada en un autobús puesto a disposición también por la aerolínea para aquellos que no quisieron volar. Antes, aún en territorio español, facilitaron muestras de ADNa la Policía para facilitar y agilizar la identificación de las víctimas mortales.