El Centro de Atención a Personas con Discapacidad Intelectual Grave (CADIG) ‘Aurelio de León’ ha completado sus instalaciones poco después de un año desde su inauguración, en diciembre del año 2017. Así lo ha explicado hoy la consejera de Bienestar Social, Aurelia Sánchez, durante la presentación de los nuevos portales web accesibles del Gobierno regional, que tuvo lugar en sus instalaciones junto a la consejera de Fomento, Agustina García Élez.
Sánchez ha destacado que este CADIG es «una seña de identidad de Talavera», un recurso «pionero, accesible, y especializado en la atención de personas con discapacidad» y ha recordado que estuvo cerrado durante los cuatro años de la anterior legislatura.
El CADIG ‘Aurelio de León’ es uno de los centros que se han abierto dentro del ‘Plan de Infraestructuras Sociales Horizonte 2020’, que contempla, entre otras acciones, la apertura de 122 recursos que quedaron paralizados durante la anterior legislatura.
El centro está organizado en torno a unidades de convivencia, con espacios amplios y completamente accesibles, y en estos momentos atiende a casi 60 personas entre las 48 plazas que ofrece en las viviendas residenciales y las diez del Centro de Día. Además, su puesta en marcha ha generado 50 puestos de trabajo.
La consejera ha querido agradecer el apoyo y el cariño que las y los profesionales del CADIG brindan a las personas con discapacidad que conviven en el centro, y también de la Asociación que lo gestiona, Asprodeta, de la que ha destacado que ha tenido una «fuerza, valentía y colaboración muy cercana con el Gobierno de Castilla-La Mancha».
Por último, Sánchez ha destacado que es un orgullo poder decir que este centro de referencia regional y nacional está completo. Además, ha resaltado el cambio que ha supuesto para las personas con discapacidad la puesta en marcha de este CADIG, porque desde el Gobierno regional, ha asegurado, «trabajamos por la dignidad de las personas, por darles la atención que merecen», señalando que la atención que estaban recibiendo antes de que se pusiera en marcha el CADIG era «muy mejorable».