Una provincia de gran interés turístico

C. Fernández
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Toledo registra 16 declaraciones. La primera en obtener este reconocimiento fue el Corpus Christi de Toledo en 1965, seguida de la Fiesta del Olivo de Mora, en 1966

Una provincia de gran interés turístico

La provincia de Toledo tiene un gran potencial turístico y muestra de ello son las dieciséis fiestas que cuentan con una declaración de interés turístico. La primera resolución emitida, como no, es para una fiesta de gran calado a nivel internacional, la única de este nivel en la provincia, como es el Corpus Christi de Toledo. Fue declarada fiesta de interés turístico ya en el año 1965, concretamente, a través de una resolución del 25 de enero. Las históricas calles de Toledo son engalanadas especialmente para este brillante desfile, en el que sobresalen la Custodia de Arfe y el singular cortejo que la acompaña, compuesto por las distintas hermandades y cofradías con sus galas tradicionales. El encanto de las calles del Casco Histórico, los colores, el olor a tomillo impregna el ambiente y la sobriedad del acto, emocionan a quien las revive año tras año o acude por primera vez a contemplar esta festividad.

Un año después llegaba la declaración de Fiesta de Interés Turístico de la Fiesta del Olivo, en Mora. Como cada último domingo de abril los morachos se visten con su traje tradicional, sacan a la calle sillas y mesas y por el municipio se desarrolla un gran desfile en recuerdo de la campaña de recogida de la oliva, motor de la comarca, y uno de los oros líquidos más apreciados por su excelente calidad.

Tuvieron que pasar unos años más para que la provincia tuviera reconocida otras dos de sus fiestas tradicionales: la peculiar Semana Santa de Ocaña (nacional) y los Danzantes en honor al Santísimo Cristo de la Viga de Villacañas (regional), cuya resolución es del 27 de junio de 1991. En Ocaña, desde hace más de 400 años, desde el Domingo de Ramos al Domingo de Resurrección, el orden y el silencio acompañan a los majestuosos desfiles procesionales que toman las calles de la villa de Ocaña, formados por diez Hermandades y Cofradías, algunas de las cuales datan de los siglos XVI, XVII y XVIII, con un total de 2.000 cofrades. En las procesiones desfilan multitud de encapuchados, en algunas ocasiones con los pies descalzos, destacando la escenificación de tres las caídas de Jesús, la Verónica que le limpia el rostro quedando impreso en el paño y la Virgen de la Soledad llora llevándose un pañuelo a los ojos. El Villacañas los danzantes se mueven desde hace más de trescientos años. Según la leyenda un barco en alta mar estaba a punto de zozobrar y su capitán invitó a la tripulación a implorar a Cristo. De repente, en lo alto de la viga mayor se apareció un Cristo alrededor del cual bailaban ocho danzantes, haciendo el milagro de amainar el temporal y salvar a los tripulantes de la embarcación. A partir de ahí, hay dos versiones de cómo el culto al Cristo de la Viga llegó al pueblo. Hoy esos ocho danzantes siguen bailando en honor al Cristo.

En 1992 llegaba el reconocimiento a la Semana Santa de Toledo, hoy Fiesta de Interés Turístico Nacional, con su sobriedad y su silencio en las calles del Casco que son rotos simplemente por el sonido de los pasos. En 1994 San Pablo de los Montes obtenía su declaración regional para la Fiesta de la Vaca donde se conmemora la conversión de San Pablo, patrón de la localidad y cada 25 de enero en las primeras horas de la mañana los quintos comienzan a ‘correr la vaca’, interrumpiendo en varias ocasiones la procesión que recorre las calles con las imágenes de San Pablo y San Sebastián.

En 1999 conseguía el reconocimiento regional la Romería en honor a Nuestra Señora de la Natividad de Méntrida, celebrada en abril para conmemorar la aparición de la Virgen de la Natividad en la Dehesa de Berciana el 25 de abril de 1270 al pastor Pablo Tardío, por lo que también es conocida como Romería de la Virgen de Berciana.

Ya con el paso de siglo la procesión del Santísimo Cristo de la Sala de Bargas, que se celebra en septiembre, fue reconocida regionalmente. Fue el 20 de marzo de 2003. Es un acontecimiento de larga tradición, institucionalizado desde el año 1733 y que continúa celebrándose cada tercer domingo de septiembre al anochecer, momento en que todo el pueblo rinde culto a un Cristo muy venerado desde tiempos remotos.

En el mes de marzo de 2007 tres nuevas fiestas se unieron a las ya anteriores en obtener una declaración, todas ellas, además, de carácter regional. Se trata de la Semana Santa de Quintanar de la Orden, la Semana Santa de Talavera de la Reina y el Corpus Christi de Lagartera. Especiales por sus tallas y los lugares que recorren los más de 3.000 cofrades, respectivamente, en los dos primeros casos y por su belleza ornamental en las calles, en el caso del corpus Christi, donde cuelgan los bordados típicos lagarteranos y se posicionan altares con imágenes del Niño Jesús, algunas de ellas tallas del siglo XVIII, vestidas a la usanza lagarterana, daban a estas tres fiestas la importancia y el vestigio suficiente para hacerse con la declaración.

En 2008, Consuegra y toda la Mancha conseguían que se reconociera la importancia de la Rosa del Azafrán, siendo declarada fiesta de interés turístico regional a través de una resolución el 6 de octubre de ese año.

La monda a mano de este oro rojo atrae cada año a miles de visitantes. Junto a la belleza de los campos de azafrán con sus tonos morados y su delicada planta, se une el festival propiamente dicho que se celebra el último fin de semana de octubre, con la puesta en marcha del antiguo molino ‘Sancho’ o el festival folclórico.

Si Consuegra era reconocida en ese año, al siguiente, de nuevo Talavera de la Reina se hacía con otro galardón: la declaración de sus Fiestas de las Mondas de interés turístico nacional. Son las fiestas más antiguas que se celebran en Talavera y desde su inicio estaban destinadas a ofrecer los primeros frutos del campo a la diosa Ceres, y posteriormente a la Virgen del Prado. Tienen lugar el sábado siguiente al Domingo de Resurrección.

En 2010, Camuñas recibía la resolución por la que se declaraba fiesta de interés turístico regional a sus Pecados y Danzantes del corpus Christi. Con maléfica careta, ricos atuendos y larga vara los pecados representan los mundanos, mientras los danzantes, con su tradicional careta muy nariguda, representan las virtudes y el bien de los hombres. Una representación que la hacen singular por sí misma.

Las últimas fiestas en conseguir ser declaradas fiestas de interés turístico en la provincia de Toledo han sido la Semana Santa de Corral de Almaguer y las Jornadas Cervantinas de Esquivias, que obtenían su declaración regional en marzo de este año.

En el primero de los casos el expediente estaba iniciado desde el año 2007 y la buena noticia llegaba con la presentación de la fiesta, una Semana Santa especial donde de madrugada se cantan coplas mozárabes, canciones anteriores al siglo XVII.

De las Jornadas Cervantinas de Esquivias, tan sólo hay que recordar su importancia histórica para que sean reconocidas, celebradas en un municipio en el cual el escritor más conocido mundialmente, Miguel de Cervantes contrajo matrimonio con Catalina de Salazar y Palacios y de donde después recogió con su pluma la figura de algunos esquiveños que finalmente pasaron a ser personajes de su Don Quijote de La Mancha.

Unas fiestas toledanas, todas ellas, que a día de hoy siguen manteniendo sus raíces y que atraen a miles de visitantes cada año.