Es otra consecuencia de que el Plan de Ordenación Municipal no se haya desarrollado. La operación se diseñó para no soltar dinero contante y sonante: a cambio de quedarse con una parte importante del terreno (7.543 metros construidos), la ciudad iba a compensar a los afectados con aprovechamientos urbanísticos (suelo apto para construir pisos) en La Peraleda (Sector PP2) y Huerta del Rey (PP5).