Un mes y medio después de su inauguración por todo lo alto, el mural de Las Mondas realizado por Antonio García Cerro y ubicado en una de las fachadas laterales del Museo Etnográfico, ha mostrado una ligera fisura en 14 azulejos, en la séptima hilera del panel que ha obligado a tomar decisiones al Ayuntamiento antes de que ésta se extienda. Así, guiados por los técnicos de la Oficina Técnica Municipal se ha procedido a abrir una zanja en la acera, en el lateral derecho del panel, lugar donde se ha iniciado la grieta, para intentar pararla y que no vuelva a reproducirse.

La concejala de Urbanismo, María Rodríguez, confirmó a La Tribuna esta brecha que no se ha dado en ninguno de los otros dos paneles ubicados en la ciudad, dentro también de la conocida como ‘Ruta de los Murales’. Es por ello, que creen que la causa puede deberse a la ligera inclinación de esta vía, lo que ha provocado un «empuje, una presión sobre el muro donde se ubican los azulejos». 

Para reforzar esta teoría, Rodríguez aseguró que el sistema constructivo y el muro de soporte de los azulejos cerámicos es el mismo que el del mural de los pescaderos, a escasos metros, y el inaugurado en las Ferias de mayo en honor a la Hermandad de San Isidro.

Por ello, aconsejados por los técnicos municipales que han analizado este problema, han abierto una zanja en la zona que ahora mismo ocupa esta pequeña grieta donde introducir una junta de dilatación con material flexible, para absorber este empuje, y que éste no repercuta en el mural, explicó. 

el ceramista. Por su parte, el ceramista autor de tan espectacular mural, Antonio García Cerro, indicó a este diario que la brecha ya se encontraba en el momento de la inauguración, el pasado 5 de junio, ya que se hizo visible en el momento en que se daba la lechada a la obra. Asegura que es la primera vez que ha ocurrido y muestra su pesar cuando habla del tema.

Preguntado por la posibilidad de sustituir los azulejos dañados, un total de 14, asegura que sería una «barbaridad porque no se iban a quedar igual». En su opinión, la paleta de colores nunca sería la misma «y siempre se notaría algo» la diferencia con el resto del panel.

Así, el ceramista considera que si la grieta «no va a más, se podría quedar así».

El segundo gran mural de García Cerro en Talavera, tras el de los pescadores en Ronda del Cañillo, tiene unas medidas de 20,20 metros de longitud por tres de alto y un total de 1.515 azulejos, en los que se reflejan los orígenes y la historia de las Mondas desde la época de Ceres hasta la Época Moderna. El ceramista ha empleado un año y medio en su elaboración.