Mantener un «caudal circulante importante» en la desembocadura del río Alberche así como en el propio Tajo. Esa es una de las principales soluciones que propone la Plataforma en defensa de los Ríos de Talavera para acabar con la proliferación de algas que, en los últimos años, se viene sucediendo en algunos tramos del curso del Tajo.

Junto a ello, el colectivo apuesta por llevar a cabo actuaciones puntuales de limpieza en distintas zonas del río donde el cauce está «totalmente saturado» con capas de sedimentos, lodos o cieno además de por realizar una depuración terciaria de todo el agua residual que vierte la Comunidad de Madrid, que, a juicio del portavoz de la plataforma, Miguel Ángel Sánchez, «eliminaría los nutrientes para que no haya materia orgánica y no crezca tanta vegetación y algas».

Una reivindicación por la que llevan «peleando» en las últimas cuatro décadas a pesar de que este año, «por lo que sea, está habiendo más algas», explica Sánchez, apuntando como posible causa a esa acumulación de materia orgánica a la comunicación «importante entre los patos que están en el lago y los que están en el río Tajo, que traen allí todo».

El portavoz de este colectivo ha agregado que estos episodios de concentración de algas, que se acentúan con el aumento de las temperaturas, son síntoma del estancamiento del río e indicador de la existencia de un problema «importante» respecto a la calidad del agua. Un «cóctel» que convierte al río en un «criadero» de mosquitos, a pesar de que el asunto no representa un problema de salubridad para los talaveranos.