Los bomberos incluyen, entre sus atribuciones, el rescate y salvamento de vidas. Conocidos son sus despliegues de emergencias para salvar a víctimas de incendios o de accidentes en lugares de difícil acceso, pero pasan más inadvertidas las intervenciones que sirven para ayudar a animales que han quedado atrapados en los rincones más peregrinos. Loros, buitres, cigüeñas, caballos, ovejas, jabalíes, aunque más frecuentemente perros y gatos, figuran en la nómina de actuaciones para recuperar ejemplares abocados a la muerte. Recientemente, han capturado a dos perros atrapados en el paraje de las Barrancas de Burujón. En el año 2014, completaron 26 rescates de animales.

Así lo explicó a este diario el director técnico del Consorcio Provincial de Bomberos de Toledo, Pedro Ruiz, quien detalló que la preparación de estos rescates se asemeja al que protagonizan humanos.

El más espectacular ocurrió en el mes de marzo, en el que los agentes de emergencias tuvieron que salvar un desnivel de unos 100 metros para rescatar a un perro que se había internado en las Barrancas de Burujón. «Ha sido el más complicado del último año», subraya este especialista, quien hace hincapié en que los perros y los gatos encabezan la clasificación de rescates, principalmente por la caída en pozos ya sea por accidente o de forma deliberada por la acción de sus dueños.

con lazo o con red. «Hay que mostrar mucha tranquilidad para acercarte al perro», recalca en palabras a este diario el responsable de los bomberos, quien explica que las acciones se dificultan cuando afectan a animales de peso alto. Un lazo de rescate o una red simplifica la captura de los ejemplares que quedan atrapados, por ejemplo, en cubiertas o en sumideros.

Ruiz advierte de un problema añadido en los rescates efectuados por los agentes de emergencias del Consorcio Provincial. En este sentido, se trata de la captura de animales domésticos sin un dueño aclarado, puesto que tienen obstáculos para la entrega a protectoras o a instalaciones municipales. De hecho, se han llevado a los parques del cuerpo ejemplares después de terminar la captura. «Nos causa casi más problemas que el rescate», detalla al respecto.

En el año 2014, los bomberos del Consorcio gestionado por la Diputación efectuaron un total de 26 rescates de animales, el doble que en 2013 y tres menos que en 2012 y en 2011.

Relacionados con animales, destacan las actuaciones vinculadas con las retiradas de enjambres. Así, según explica Ruiz, los agentes acuden a llamadas para desactivar enjambres que puedan poner en riesgo la salud de las personas, como en un edificio público en el que localizaron panales de 70 kilos de peso.

Entre las técnicas empleadas en estas operaciones, figura el uso de una ampolla de reclamo que confunde a los insectos y abandonan la guarida, con la ayuda de una especie de aspiradora para guardar las abejas. Posteriormente, un apicultor se lleva los ejemplares para distribuirlos por colmenas para la fabricación de miel.