Tras un buen libro, una gran persona

i. p. nova | TOLEDO
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La sala capitular del consistorio acoge una multitudinaria presentación de la obra póstuma de Enrique Lorente 'Un paseo por el Toledo de El Greco'.

El carisma y el conocimiento de Enrique Lorente fueron ayer los grandes protagonistas durante la presentación de su última novela  Un paseo por el Toledo de El Greco en la sala capitular del Ayuntamiento. Durante el acto, presentado por el alcalde, Emiliano García Page, una multitud de amigos, familiares y representantes de la vida política del autor, recientemente fallecido, abarrotaron la sala consistorial.

Fue la concejala de Cultura, Rosana Ruiz, la encargada de introducir el acto dedicando unas bellas palabras a la viuda y los hijos del investigador y escritor. «Toledo tiene una gran deuda pendiente con Enrique Lorente. Fue un gran investigador, un profesional de la educación y un personaje público comprometido con las ideas progresistas», enumeró la concejal.

Además, el editor de la publicación, David Blazquez, quiso estar presente y alabar el gran trabajo que había realizado Lorente en una guía de la ciudad hace unos años. Blazquez ‘culpó’ al que fuera concejal de haberle enamorado de Toledo. «Su libro me enseñó la ciudad. Él era un enamorado del patrimonio que me transmitió esa pasión», explicó.

Aunque su intervención no estaba planificada, Page invitó a hablar al que fue alcalde en el tiempo en el que Lorente ocupaba su cargo de concejal: Joaquín Sánchez Garrido. «Tuvo un camino importantísimo en propagar la cultura de Toledo», ejemplificó Garrido, recordando un emotivo pregón del Corpus Cristi que Llorente había pronunciado años atrás. El que fuera alcalde de la ciudad recordó, visiblemente emocionado, algunos de sus encuentro más personales con el escritor, como sus citas frecuentes frente al quiosco de Zocodover.

Fue Enrique Herrera, profesor de la UCLM y amigo íntimo del escritor, quien se adentró un poco más en la temática de la obra. «Su aspiración con este libro era rendir un homenaje al cretense y a su ciudad. Me pidió que lo presentara y esperaba que me acompañara hoy aquí», manifestó Herrera emocionado y apenado. En palabras del profesor de la UCLM, este libro es una obra que se adentra en una ciudad que estaba renaciendo tras perder la capitalidad. Un paseo por cada uno de los barrios de su ciudad y por los nuevos monumentos que se creaban o que se empezaban a restaurar siguiendo la línea que se impuso con Felipe II. «Enrique se acerca al viajero con un lenguaje claro y didáctico que, sin perder su rigor científico, se hace ameno al lector. Si la muerte es el vacío y el silencio, el vacío que nos dejó Enrique se llena con su obra y el silencio con las palabras de sus textos», finalizó Herrera.

 La relación personal del profesor con cada uno de los integrantes de la mesa fue la protagonista indiscutible durante el transcurso de la presentación. Pero no fue hasta que no habló su mujer, Ana, cuando el salón rompió en aplausos. La viuda recordó que, ya que su marido escribió el libro durante el transcurso de su enfermedad, había implicado a cada uno de los miembros de la familia en su elaboración y resultado final.

El acto lo cerró el alcalde, Emiliano García Page, que definió al profesor como un auténtico toledano, «que defiende las cosas buenas y malas de su ciudad».

«Para mí fue un verdadero honor conocerlo. Enrique no pasó de puntillas por la vida, ha dejado huellas más allá de su libro. Su inconformismo intelectual, su pasión por Toledo y El Greco se reflejan en este libro», reflexionó el alcalde. Además, puso en valor el momento en el que el escritor elaboró su obra tildándola de ser su ‘medicina personal’. «En el tramo final de su vida ha sido ejemplo de coraje. Por todo ello merece la pena estar, aquí, presentando este libro», finalizó.