Cada toledano produjo 406 kilos de residuos durante el año pasado

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Tratadas 230.000 toneladas en las plantas de Toledo y Talavera. La gestión anual de residuos no llega a 10 céntimos por habitante y día

El Consorcio de Servicios Públicos Medioambientales de la Diputación de Toledo, a través de su empresa mixta Gesmat,  ofrece datos actualizados de la prestación de sus servicios a los municipios toledanos. Fruto de la memoria de gestión del órgano se sabe los residuos que se produjeron, cuánto costaron, cómo se recogieron, y qué cantidad se ha recuperado.  Cada toledano produjo 406 kilos de residuos, con un coste anual de gestión por habitante de 35 euros, según se destaca en una nota de la Diputación.

Se prestó el servicio de recogida de residuos urbanos a 192 municipios, lo que incluye la reciente incorporación de Fuensalida en 2014.  De este modo, se tratan los residuos generados por 660.000 habitantes de 196 municipios.

La recogida con la eficiente técnica de carga lateral en camiones alcanza ya a 81 municipios que suman 475.000 habitantes.  También se gestionan los puntos limpios de 44 localidades.

En las plantas de Toledo y Talavera de la Reina se han tratado 230.000 toneladas de residuos urbanos, de las cuales se ha recuperado  casi un 33 por ciento de plásticos, papel, cartón, aluminio, bricks, materia orgánica bioestabilizada y CSR (Combustible Sólido Recuperado), una vez que se han procesado en las diferentes instalaciones.

Las labores de gestión de los residuos de la provincia de Toledo ocupan a 414 personas y se cuenta con una flota de 221 vehículos que recorren una media de 10.000 kilómetros al día para realizar la recogida de basuras.

Por otro lado, el antiguo depósito controlado, ya sellado, sigue generando energía limpia y sostenible en forma de biogás para la generación de energía eléctrica. Se obtiene la suficiente electricidad para abastecer el consumo anual de 6.000 hogares de la provincia.

Biolíquidos. El Consorcio ha presentado un ambicioso proyecto que permitirá la reutilización de un gran volumen de residuos para convertirlos en una nueva fuente de energía.  Se trata de la Planta de Biolíquidos, actualmente en construcción, y que estará en funcionamiento en julio.

Esa planta permite transformar el CSR (Combustible Sólido Recuperado), en biolíquido de segunda generación, similar al gasóleo C para calefacción.

El método empleado se basa en la termoquímica y se denomina ‘pirólisis flash’ que consiste en la descomposición química de distintos materiales gracias a someterlos a elevadas temperaturas en ausencia de oxígeno.  Así, se consigue que el CSR, que son restos triturados de papel, cartón, maderas y plásticos, se convierta en un biolíquido. Este tipo de gasóleo es idóneo para su uso en calderas de uso doméstico o industrial. Con tres kilos de residuo (CSR) se puede obtener un litro de biofuel bruto. La puesta en marcha de esta planta reducirá de forma considerable la cantidad de residuos que van a vertedero y acercarse al objetivo marcado del Ecoparque: la minimización de los residuos.