La gira Juventud Necesaria recaló ayer en la capital con unos datos que preocupan, y mucho, al Consejo de la Juventud de España. Su presidente y vicepresidente, Héctor Sanz y Enrique Hernández, respectivamente, presentaron en el Ayuntamiento un informe realizado por dos sociólogos de la Universidad Complutense en el que ponen de manifiesto cuál es la situación actual de este colectivo de población en la región y qué pasará dentro de diez años en Castilla-La Mancha «si quienes tienen que tomar las decisiones no las toman o lo hacen de forma errónea». Y es que, en este momento la tasa de pobreza o exclusión social es del 49,1 por ciento de personas que tienen entre los 16 y 29 años.

La iniciativa empezó el 7 de septiembre en Valladolid y ayer llegó a Toledo para reivindicar «la importancia de que existan políticas de juventud y concejalías implicadas con este colectivo». Colectivo en el que, como aseguró Hernández, solo dos de cada diez personas pueden emanciparse, más del 60 por ciento está en paro y uno de cada dos está en situación de riesgo de pobreza y exclusión social, «lo que supone más de 160.000 jóvenes en  la región».  Tras las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, se trata de la tasa más alta de riesgo de pobreza. Y fueron más allá porque incluso una de cada tres personas que tienen un puesto de trabajo en la comunidad «también está en esta situación».

Otra de las conclusiones del documento, elaborado a partir de datos del Instituto Nacional de Estadística y del Injuve, es que más de 5.900 personas han tenido que salir al extranjero «cuando además la principal sangría de emigración no es a otros países de Europa sino a otras comunidades autónomas de España». De esta forma, denunció «el grave problema de la reducción constante de la inversión en educación y sanidad que se ha vivido en los últimos años y que ha situado a Castilla-La Mancha en gasto social por debajo de la media estatal, lo que genera que la situación de pobreza para este colectivo de población sea peor  que la media estatal». En la presentación, el Consejo de la Juventud incidió en cómo la precariedad laboral «no deja de aumentar» en Castilla-La Mancha, siendo además el paro, como explicó el concejal Diego Mejías, el principal problema de los jóvenes. «En la provincia afecta nada más y nada menos que a 7.649 jóvenes».  

Además, más de la mitad de los jóvenes parados en la región lo son desde hace más de un año mientras que «el dato de los jóvenes que no pueden trabajar ni estudiar es superior a la media estatal». El Consejó alertó también de cómo la tasa de fecundidad «va en caída libre» y, por tanto, «la de reposición también, lo que está poniendo en jaque las políticas sociales, ya que la sostenibilidad del sistema de pensiones depende en gran medida de las condiciones actuales de los jóvenes».

Echando la vista al año 2025, el informe alude «a una situación insostenible» porque las pérdidas que provoca la salida al exterior de jóvenes podrían alcanzar los 2.300 millones de euros, el equivalente a toda la inversión en 2015 en sanidad. Cálculo que se realiza en base a la inversión en formación más el importe que se deja de ingresar por impuestos al trabajar los jóvenes en otro territorio. Con el horizonte puesto también en 2029, aseguraron que el sostenimiento del sistema de pensiones actualmente equivale al 24 por ciento de lo que gana un trabajador en Castilla-La Mancha, «pero en este año supondrá el 33 por ciento».

«La media de jóvenes no son ni mileuristas, lo que hace imposible un proyecto vital de acceso a una vivienda», denunció también el vicepresidente de un colectivo que en la pasada jornada demandó más inversión en educación recordando que «Naciones Unidas recomienda que, como mínimo, se destine el siete por ciento del PIB a esta materia». «Aquí se invierte la mitad». Desde el Consejo de la Juventud de España también demandaron «políticas afirmativas y concretas de vivienda y familia» porque, aseguraron, «no podemos vivir en una situación en la que la pobreza solo la puedan corregir las ayudas del entorno familiar» y, por último, insistieron en la reducción de las cifras del paro juvenil. «Urgentemente se necesita dar una respuesta de empleo o formación a 75.000 personas, de formación a 47.400 personas y crear puestos de trabajo para más de 41.000 personas que ya tienen formación suficiente».