La colocación de belenes en las casas y en las vías públicas constituye una tradición arraigada que supone un desafío para los ayuntamientos. Muchos apuestan por belenes vivientes, y otros por una exposición pública de las piezas. El Ayuntamiento de Consuegra ha optado este año por el estreno de un nacimiento particular: un chozo construido por ancianos vinculados al pastoreo y unas piezas en el interior de la mejor artesanía italiana. Los vecinos y visitantes de este municipio señero del turismo provincial pueden ver durante todas las Navidades esta composición entre las 12 del mediodía y las 12 de la noche. «Está chulo», decía ayer a este diario de forma coloquial el alcalde, José Manuel Quijorna.

Las tres piezas (el niño Jesús, la Virgen y San José) de que consta aún el nacimiento destacan por el realismo, teniendo en cuenta que los adultos miden 1,20 metros de altura. El Ayuntamiento manchego consultó a los sacerdotes de la localidad y optaron por una fábrica italiana especializada en estas figuras. Mientras, unos ancianos construían un chozo cónico para albergar la imagen católica. «Hay bastante afluencia de visitas», comentaba satisfecho Quijorna sobre esta instalación a la vista del público desde el día 23.

El Ayuntamiento consaburense se ha volcado con la organización de las Navidades. La campaña de comercio solidario está destinada en esta ocasión a la asociación PANDA, que favorece a los discapacitados. Los beneficios se destinarán a hacer accesible la zona de los molinos de viento, un proyecto del Ayuntamiento valorado en 200.000 euros.

La inauguración del alumbrado, el acto de la llegada de la luz de Belén, el pregón de Navidad y un concierto de la Banda de Música Municipal junto con ‘Les bohèmes’. Todo con una gran afluencia de pública. Tanto, como la que se espera el día 30 en la San Silvestre, y el 5 de enero en la tradicional Cabalgata de los Reyes Magos. El mercado navideño de ese fin de semana clausurará el programa.