En Castilla-La Mancha el 51,7 por ciento de los trabajadores tiene un empleo por debajo de su nivel de preparación, es decir, está sobrecualificado para el desempeño que realiza. Y los datos no han mejorado con la recuperación económica sino que se mantienen estables desde el último trimestre de 2016. Eso asegura el último estudio elaborado al respecto por Asempleo, la patronal de las empresas de trabajo temporal y agencias de empleo. No obstante, el problema de la sobrecualificación en nuestra región es dos puntos menor que la media nacional. En el conjunto de España casi 54 de cada cien personas que trabajan lo hacen en un desempeño por debajo de su nivel de cualificación.

El informe de Asempleo cuantifica también el porcentaje de trabajadores que están infracualificados para la labor que realizan. Es mucho menor que el de sobrecualificados, pero también existen. En concreto en Castilla-La Mancha son el 4,8 por ciento del total (por encima de la media nacional, que es del 3,6 por ciento), de modo que si sumamos unos y otros, el desajuste en el mercado laboral entre la preparación y el puesto de trabajo afecta a 56 de cada cien castellano-manchegos que tienen un empleo.

En contra de lo que podría pensarse, con la recuperación de la economía en el último año y medio no ha llegado una bajada del porcentaje de trabajadores que desempeñan labores por debajo de su preparación. Y eso pese a que en los primeros años de la crisis el número de sobrecualificados se disparó. Lo cierto es que entre el cuarto trimestre de 2016 y el segundo de 2018 -periodo estudiado por Asempleo- el empleo subió en España el 4,5 por ciento y la sobrecualificación creció algo más de tres puntos porcentuales.

En Castilla- La Mancha se mantuvo prácticamente estable el porcentaje de empleados con una función por debajo de su cualificación, de tal manera que solo subió el 0,6 por ciento en el último año y medio. Una cifra que contrasta, por ejemplo, con el 7 por ciento que creció en Extrema dura o el 5,3 en Canarias o el 4,7 en Madrid.   

Según afirma el presidente de Asempleo, Andrea Cruañas, el problema de la sobrecualificación perjudica a los propios trabajadores que la sufren y afecta de manera negativa además a la productividad y a la competitividad del país que ve como «los recursos invertidos en formar a las personas de los que no se ha obtenido retorno alguno». Es más, según afirma, «la sobrecualificación de los trabajadores tampoco beneficia a las empresas» ya que «se talento no puede ser retenido» debido a que la persona «tenderá a moverse y a buscar un empleo acorde a su formación».

Por sectores, y a escala nacional, el que presenta un mayor porcentaje de trabajadores sobrecualificados es el del comercio, con un 74 por ciento de empleados que realizan un desempeño por debajo de su preparación. En el polo opuesto aparece la construcción. Ahí solo 27 de cada cien empleados en este sector está sobrecualificado para su puesto de trabajo.

JÓVENES Y MUJERES. El informe de Asempleo constata además cómo este fenómeno  afecta de manera más intensa a mujeres y a jóvenes de entre 16 y 24 años. En lo relativo a la edad, 66 de cada cien jóvenes tienen un puesto de trabajo por debajo de su formación. Si bien, a juicio del director del gabinete técnico de Asempleo, Alejandro Constando, no es demasiado preocupante ya que entra dentro de la lógica que el primer empleo no cubra todas las expectativas ni se ajuste a su verdadero nivel de preparación. Según afirma, los que más difícil lo tienen en este sentido son los trabajadores entre 45 y 54 años a los que cada vez les cuesta más trabajo adaptarse a las condiciones que exige el mercado para su nivel de formación.

El estudio deja patente que si bien en el último año y medio la sobrecualificación ha aumentado al mismo ritmo entre hombres y mujeres, se mantiene estable una «brecha de género» en este asunto de en torno al 10 por ciento. De este modo, el 49,3 por ciento de los hombres trabajadores están sobrecualificados, mientras que en las mujeres, este problema afecta a casi 60 de cada cien ocupadas.

Según el análisis que Asempleo hace de esta situación, la sobrecualificación tiene origen en  la ineficiencia de un mercado laboral que necesita reformas encaminadas al aprovechamiento del capital humano. «Llevamos meses demandando una reforma del mercado de trabajo», asegura el presidente de la patronal de las empresas de trabajo temporal y agencias de empleo. A su juicio, es necesario no sólo favorecer el dimensionamiento de las empresas y el aumento de la productividad, para generar más puestos de trabajo, sino también reforzar las políticas activas de empleo para conseguir que la formación de la población activa se adecue a las necesidades del mercado y, por supuesto, propiciar un marco de estabilidad que aumente la confianza inversora y de los consumidores.