El pequeño tesoro de Orgaz

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La parroquia de Santo Tomás Apóstol de la villa orgaceña acoge en sus entrañas un pequeño lienzo, 'El Expolio', una copia que pudo acabar la mano del propio Greco

El pequeño tesoro de Orgaz - Foto: Víctor Ballesteros

Orgaz tiene su propio espacio en la vida del Greco. Y no sólo por el título y temática de su obra más renombrada en España ‘El entierro el conde de Orgaz’ sino porque guarda un pequeño tesoro con muchos interrogantes abiertos pero con una respuesta clara: ‘El Expolio’ es un pequeño cuadro, de unas dimensiones reducidas (75x44) pero de una gran calidad.

Una copia de ‘El Expolio’ que alberga la Sacristía de la Catedral de Toledo que, a pesar de sus pequeñas dimensiones y de no haberse certificado la autoría de El Greco -tampoco se descarta-, cuenta con un valor artístico que le ha convertido en una de las obras más reclamadas para múltiples exposiciones que sobre la obra del pintor cretense se han llevado a cabo por todo el mundo. No en vano ha viajado hasta el país del que emigró hacia Italia el Greco para luego llegar a tierras toledanas en 1577, Grecia, con motivo de la exposición ‘El Greco y su taller’ de 2007 en Atenas. Pero este viajero ‘Expolio’ de Orgaz también ha estado presente en Zaragoza, en Toledo (200-2010) y su último viaje lo hizo hasta Japón el pasado año con motivo de la exposición ‘El Greco’s Visual Poetics’ organizada en Osaka y Tokio.

La autoría del esta obra está aún por determinar pero son muchos los especialistas que apuestan por factura Greco. Eugenio Guerra, licenciado en Historia y orgaceño, relata que se habla de su hijo, Jorge Manuel, como autor porque en 1606 tenía un contrato en Orgaz para pintar un lienzo de la Virgen del Rosario. Sin embargo, y aunque pudo ser que la obra se iniciara en taller, esto no quiere decir que El Greco no hubiera trabajado en él.

Tanto es así, que, según explica este profesor de Historia del colegio Infantes, más allá de los diversos estudios de historiadores del arte, otros de filólogos de lenguas clásicas abogan por que la firma revela que el Greco fue su autor. Y es que el cretense añadía a su firma un ‘epoiei’ (hecho por) cuya grafía, explica Eugenio Guerra, tiene peculiaridades de un griego nacido en Grecia. Es decir que Jorge Manuel, que nació en Toledo, parece descartarse en este sentido.

‘El Expolio’ de Orgaz, que no se sabe cómo llegó ni cuando a la villa toledana, se sitúan por técnica, dimensiones y proporciones de las imágenes, composiciones y otras características técnicas en torno a 1605-1606, la última época del Greco, una razón más para que el orgaceño Eugenio Guerra también dude de que este fuera una primera copia -como algunos plantean- del original que alberga la Sacristía de la Catedral y que fue terminado 1579. «Entre esta fecha y 1606, no pintó más copias», se cuestiona el historiador para poner en duda esta teoría de la que no participa.

Lo que sí tiene claro Guerra es que «no es una copia corriente» y que «el cuadro habla solo» para demostrar que fue una copia en la que el Greco puso mucho empeño en que se hiciera bien. Explica el historiador que la técnica del color lo revela como especial, el pintando de fondos, de los que se van sacando luces,  matices,... «se pinta de dentro hacia fuera, no es una copia corriente».

el tesón del párroco. Pero si su autoría está aún por certificar -y probablemente no se haga nunca-, también es una incógnita de dónde procede esta obra, por qué se pintó y cómo llegó a Orgaz.

Parece que por sus pequeñas dimensiones no es un cuadro de devoción pública, señala Eugenio Guerra, que apunta más a que sea un cuadro encargado por un particular que le gustase la temática del Expolio de la Catedral y que por alguna circunstancia -donación, regalo,...- terminase en la parroquia por la singularidad el cuadro.

Así, no es hasta el siglo XIXcuando se tiene constancia documental de que el cuadro está en la parroquia. El primero que le cita es el Conde de Cedillo a principios del XX en su ‘Catálogo Monumental de la provincia de Toledo’.

Ahora bien, este ‘Expolio’ pasó antes de su actual ubicación por una larga peripecia que terminó en el regreso a la parroquia gracias al tesón e insistencia del entonces párroco Victorio Garrido.

Y es que al parecer, el cardenal  Enrique Reig Casanova, arzobispo de Toledo en los años 20, realizó una visita pastoral a Orgaz. Cuenta Enrique Guerra que, dada las dificultades de movimiento de la época, el arzobispo pernoctaba en las localidades donde realizaba la visita y en Orgaz decidieron que en la casa donde le recibirían le adecuarían una habitación de la manera más digna posible de modo que alguien «tuvo la ocurrencia» de colgarle en la cabecera de la cama el cuadro para que el señor cardenal estuviera rodeado de obras de arte como en su sede toledana.

Aquel gesto de respeto hacia el cardenal derivó en el ‘viaje’ del ‘Expolio’ orgaceño hasta la Catedral de Toledo, puesto que el arzobispo no conmiseraba digno el lugar que ocupaba. Una actitud que no sentó nada bien en el pueblo y que así se lo trasladó el que era párroco en aquel momento, Alejandro Lorenzo que visitó en Toledo al cardenal a quien advirtió que «el pueblo se levanta». Una advertencia que encontró una sarcástica respuesta:  «Pues que se siente».

Así, ‘El Expolio’ de Orgaz se instaló en la Seo toledana sobre la puerta por la que se pasa desde la Sacristía al ochavo «con un cartel que indicaba su procedencia», Orgaz. Pero tras la Guerra Civil el cartel desapareció.

Sería a finales de los 40 cuando intervino el párroco de Orgaz, Victorio Garrido, «una institución en la diócesis  hasta que ha muerto», que finalmente, no sin  intentos reiterados y desprecios por parte del Cabildo, logró recuperar ‘El Expolio’ para el templo orgaceño.

En primer lugar reclamó la puesta del cartel con el origen del cuadro, en un vano intento, al que siguió una serie de peticiones de regreso de la obra a su ‘casa’ de Orgaz también sin respuesta  en consonancia -señala Guerra- «con una tradición histórica de las Cortes castellanas ‘el obedézcase pero no se cumpla’».

Sin embargo, sería su última misión, porque falleció dos años después (1952),  pero Victorio Garrido no cejó en su empeño de devolver a Orgaz su cuadro no sin antes apurar todos sus recursos posibles. Cuando desde la Catedral le advirtieron de que debía ir gente ‘cualificada’ a por él y escoltado por la autoridad, Victorio Garrido se presentó con la Guardia Civil y el alcalde y otros responsables municipales a lo que le respondieron con evasivas argumentando que el embalaje no era conveniente. Pues bien, se presentó con un camión y una caja adecuada para trasladarlo. Pero de nuevo, obstáculos argumentando que el canónigo que ha de certificar la salida estaba ausente.

No agotaron con ello los recursos del párroco orgaceño que se dirigió al cardenal Enrique Plá y Deniel que salía en ese momento de paseo con Francisco Miranda -obispo auxiliar de Toledo- y que, al parecer, emitió una frase lacónica que resultó del todo efectiva: «Diga usted a la Catedral de mi parte que antes que yo vuelva de paseo tiene que estar en Orgaz».

‘El Expolio’ regresó al templo parroquial de Orgaz en 1950 y lo consiguió él,  Victorio Garrido, párroco de la villa orgaceña.

 Unos treinta años había pasado de ‘vacaciones’ en casa ajena ‘El Expolio’ orgaceño y en su vuelta también tendría algo que ver el que también fue cura de Orgaz, Marcelino Marrupe, que en ese momento era canónigo encargado de los bienes patrimoniales de la Catedral que certificó que ese cuadro había llegado a la Catedral  en tiempos del cardenal Reig.

Este hecho no pasó desapercibido para la prensa de la época y la agencia Cifra (el acrónimo de: Crónicas, Informaciones, Fotografías y Reportajes de Actualidad), una ‘sucursal’ de la conocida Agencia EFE en la que, creada por Vicente Gállego como una sección de esta última, finalmente se integró, dio cuenta del acontecimiento con este texto.

 «Mora de Toledo 23. Ha sido devuelto por el cardenal primado, doctor Pla y Deniel, al pueblo de Orgaz, el boceto  de ‘El Expolio’, del Greco, que figuraba en el tesoro de la Catedral. Fue entregado a una comisión de dicho pueblo, presidida por el alcalde, y a su regreso a Orgaz, la recibió el vecindario en pleno, y se dieron vivas al cardenal primado.Posteriormente, se celebró en la iglesia parroquial un acto religioso.-Cifra.».

Yes que ‘El Expolio’ que alberga la parroquia Santo Tomás Apóstol en Orgaz, «una joya arquitectónica», en su es una joya muy valorada, apreciada y protegida aunque como reconoce el historiador orgaceño Enrique Guerra,  en el municipio se conoce más el ‘mito’ del cuadro que el propio cuadro. ‘El Expolio’ pasa los días recogido en el antiguo camarín de la Virgen del Rosario, una capilla del finales del XVII, principios del XVIII, ahora convertido en un relicario donde se alojan decenas de elementos religiosos de gran valor.