Toledo conquista Masterchef

I. G. Villota / TOLEDO
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Fueron 40 los aspirantes seleccionados ayer en el casting celebrado en Toledo para pasar a la siguiente fase del programa de entre los 400 que se pusieron el mandil en la Academia de Infantería, con un guiño a la capitalidad gastronómica

El casting de la cuarta edición de ‘Masterchef’ celebrado ayer en la Academia de Infantería de Toledo demuestra la locura colectiva que existe con el mundo de la cocina. Ahora los niños, y los mayores, sueñan con ser futbolistas y bomberos, pero también chefs. Un total de 400 personas asistieron a la prueba con el ánimo de cambiar su vida. Un minero, trabajadores sociales, jubilados, consultores de marketing, un exatleta profesional, banqueros o periodistas se dieron cita ayer en el patio principal del monumental edificio y lo hicieron a pesar de la molesta lluvia que empezó a caer minutos antes del inicio de la prueba.

En torno a las nueve y media de la mañana, una nube de paraguas poblaba el espacio retrasando más de media hora el horario previsto. El agua no nubló la ilusión de los aspirantes y de los familiares que asistieron para apoyar a sus seres queridos, además de vivir de cerca la ‘magia’ del rodaje de un programa de televisión.

En torno a las diez y cuarto de la mañana aparecieron los otros protagonistas del formato, es decir, la presentadora Eva González y los miembros del jurado y cocineros Pepe Rodríguez, Samanta Villar y Jordi Cruz.

No tardaron en escucharse los gritos de ‘guapa’ dirigidos a la ex Miss España que se contrarrestaron con los ‘guapos’ hacia el chef de ‘El Bohío’ de Illescas que ayer jugaba en casa y eso se notaba, mostrándose muy receptivo con el público.

El buen rollo del que hacen gala los televisivos en las emisiones de programa se percibió ‘entre bambalinas’. Bromas entre ellos, algunos piques divertidos y muchas sonrisas fueron la nota predominante durante los tiempos muertos.

Todo empezó con las siguientes palabras de Eva: ‘Candidatos, bienvenidos a la monumental ciudad de Toledo. Empieza el casting de la cuarta edición de ‘Masterchef’, además de felicitar a los seleccionados entre más de 20.000 personas, en el casting más masivo del programa hasta la fecha.

Un pequeño texto que la presentadora tuvo que repetir en un par de ocasiones entre los aplausos de los asistentes, algo que se repitió con sus compañeros.

El Alcázar y el Casco histórico serán la vistas de la ciudad que se emitirán en el primer programa de la edición, aún sin fecha, que contará con 15 participantes.

El programa hizo así un guiño evidente a la celebración como Capital Española de la Gastronomía en 2016, al trasladar a Toledo el tradicional casting de Madrid, convirtiéndose en un escaparate perfecto en la televisión pública en horario de máxima audiencia.

La dinámica. Los convocados contaron con 20 minutos para montar su plato estrella en un espectacular reto de emplatado, en el que se presentaron creaciones como ensaladas de todo tipo, maki de tiramisú, milhojas de rabo de toro, falso risotto de calamar, y ceviche de gambas y atún con esferas de tomate, entre otros.

Uno de los momentos más emocionantes fue el tradicional ‘manos arriba’ al finalizar el tiempo para realizar la prueba, que despertó los aplausos de todos los asistentes a la cita.

Los aspirantes traían de casa sus elaboraciones, por lo que el reto de ayer consistió en presentar de forma bonita los platos para ‘ganarse’ a los 30 expertos de la Escuela de Hostelería de Toledo y de la Escuela Superior de Gastronomía, encargados de seleccionar a los 40 aspirantes que recibieron la codiciada cuchara de Masterchef que da pasaporte a la siguiente fase del concurso.  

Al igual que el resto de seleccionados, tendrán que superar una prueba en la que cocinarán, todos a la vez, con un ingrediente sorpresa. En esta ocasión, demostrarán su nivel de cocina, las técnicas que conocen y cómo se defienden ante los fogones con presión y tiempo limitado.

Familiares y allegados apoyaron a sus cocineros favoritos, destacando algunos ‘looks’ como el de un grupo de chicas ataviadas con pelucas rosas de Carnaval y un cartel de su amiga aspirante. Apoyo y ganas de pasarlo bien no faltaron.