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El hospital Virgen de la Salud tiene fecha de caducidad, fijada cuando el nuevo hospital Universitario esté en pleno funcionamiento. No caben más remiendos, anunció ayer el presidente regional, Emiliano García-Page, quien avisó de que «se le quite a todo el mundo de la cabeza que nos vayamos a gastar dinero en el mantenimiento de ese edificio, no lo vamos a hacer ni de broma».

El futuro pasa, por lo tanto, por que Toledo piense ya en el Virgen de la Salud como en un solar, porque «como hospital es una cafetera, que nos las vemos y nos las deseamos para mantenerla». Cuando deje de funcionar, la Junta perderá su propiedad. Será el Estado quien se quedará con el solar del inmueble, por una legislación «incomprensible». Después la ciudad tendrá que decidir qué quiere hacer en el espacio.

Han que venir viviendas o centros comerciales, advirtió García-Page, en definitiva, «alternativas que den vida a Palomarejos, que evidentemente se va a resentir con el traslado del hospital». De ahí venía, recordó, su iniciativa para implantar El Corte Inglés en el entorno para que supliera económicamente el impacto del traslado del hospital. Este mismo mes, adelantó, se reunirá con el presidente de esta empresa.

Mantenimiento. Hasta que así sea, de momento el Gobierno regional está haciendo mantenimiento del Virgen de la Salud, como recordó el consejero Jesús Fernández. En los últimos meses, la Junta ha realizado dos importantes adecuaciones en obras, en urgencias y el hospital de día. Además, hay varias obras más contempladas para el mantenimiento del viejo edificio, que el consejero llegó a calificar de «sitio a veces hasta inhóspito». Continuarán hasta que se produzca el traslado.