Grecos que resisten en su casa

C.M./Toledo
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Una de las joyas que se conserva en el interior del santuario de la Virgen de la Caridad es el retablo que El Greco diseñó para la Capilla Mayor del templo

Grecos que resisten en su casa

Indispensable en esta celebración, el santuario de la Virgen de la Caridad de Illescas ofrece un conjunto que el Greco pintó para el espacio y que, por ello, «contienen la esencia de este pintor, lo más significativo del estilo maduro que todos reconocemos y que adquirió con el gran encargo que fue el conjunto de lienzos para el retablo de Doña María de Aragón (para el desaparecido Colegio de la Encarnación de Madrid)». Fue José Redondo Cuesta quien concentró la importancia de las obras conservadas en la Caridad en la última ponencia que sobre el pintor realizó en el lugar.

Porque en este espacio Greco, especialmente recomendable por contener las obras en el mismo lugar para el que fueron ideadas y pintadas, se pueden contemplar el retablo que El Greco diseñó para la Capilla Mayor del templo y tres de los cinco cuadros que el santuario tiene en su haber. Por haber sido prestadas la ‘Natividad’ y la ‘Anunciación’ a la muestra ‘El Griego de Toledo’ ya inaugurada en el Museo de Santa Cruz, permanecen en Illescas el ‘San Ildefonso’, la ‘Coronación de la Virgen’ y ‘La Virgen de la Caridad’.

Por estar destinado, el programa iconográfico, a primar la figura de la Virgen -situada en la hornacina central del retablo-, el Greco coronó el retablo con la representación de las tres virtudes teologales en dos esculturas doradas a los lados, simbolizando la Fe y la Esperanza, mientras que la virtud de la Caridad quedó representada con una pintura ubicada en la zona central del ático del retablo.

En la bóveda de la capilla, se situaban otras tres pinturas que continúan con este ciclo mariano representando a la Virgen en los tres misterios de su vida: ‘Anunciación’, situada en el luneto izquierdo, ‘Natividad’, en el luneto derecho (ambas en Toledo), y la ‘Coronación de la Virgen’, situada en el techo de la bóveda, cerrando el conjunto de la capilla. Estos lienzos se conservan en el interior del Santuario aunque no están en el lugar primitivo para el que fueron diseñadas. De hecho, y ante la ausencia de los dos primeros, la tercera de las obras puede contemplarse en la conocida como Capilla de las Reliquias.

Tan sólo decir, sobre la ‘Coronación’, que la de Illescas está considera «como la más bella de todas las Coronaciones que realizó el pintor». Para la ocasión se decanta por un formato oval -lo que denota fuertes desproporciones por estar creada la pieza para contemplarse de abajo hacia arriba- en el que la atmósfera celestial adquiere el mayor de los protagonismos.

En cuanto al ‘San Ildefonso’, que parece fue diseñado para estar en el lugar que hoy ocupa a pesar de no constar en el contrato que, en abril de 1603, el Patronato de la Virgen de la Caridad firmó con ‘Domingo el griego y Jorge Manuel pintores’. Desde Funcave -la Fundación creada a finales del siglo XIX para y mantener el Hospital y Santuario de la Caridad- se apunta que todo parece indicar que este cuadro fue anterior al acuerdo. La pieza, que se solicitó para formar parte de la muestra que en estos momentos alberga el Museo de Santa Cruz, le sirve al pintor para enfatizar la figura del santo, patrón de Toledo, relacionándolo con el lugar donde lo va a colocar, ya que según cuenta la tradición «fue San Ildefonso el que trae a la villa de  Illescas la imagen de la Virgen de la Caridad, que él poseía en su oratorio de la Catedral mientras fue arzobispo de Toledo». Sea como fuere, sigue siendo un enigma responder al cuándo, cómo y al por qué de esta existencia.

Y el óleo de ‘La Virgen de la Caridad’ se presenta en el retablo de la epístola en el cuerpo de la iglesia -originalmente estaba situado sobre la imagen vestidera de la Virgen-  abriendo su manto y amparando a un grupo de fieles ataviados con gola castellana. Retratos, todos ellos, de caballeros pertenecientes a la nobleza toledana del siglo XVI, encontrándose entre ellos Jorge Manuel Theotocópuli, el hijo del pintor.

Por ser una institución local, como el Patronato de la Virgen de la Caridad, la responsable del ambicioso encargo al que, ya en 1603, era uno de los principales pintor del país, es justo señalar que gracias a ello el legado se mantiene en el espacio. A pesar, eso sí, de que las obras -a excepción del ‘San Ildefonso’- han sido desubicadas de sus lugares originales para protegerlas y conservarlas en las mejores condiciones posibles.