Una pelea sin dueño

DPA / Singapur
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Lewis Hamilton se aúpa al liderato del Mundial ayudado por los problemas de Rosberg

Singapore Formula One Grand Prix - Foto: DIEGO AZUBEL

Los fans neutrales no podría haber pedido un escenario mejor en la Fórmula Uno, donde el liderato ha cambiado de manos, pero la pelea sigue al rojo vivo con dos pilotos separados por tan solo tres puntos a cinco carreras del final del campeonato.

El alemán Nico Rosberg prometió «ataque total» en Japón dentro de dos semanas, después de perder el pasado domingo la primera posición a manos de su compañero de equipo en Mercedes, el británico Lewis Hamilton.

Pero el campeón de 2008 parece más decidido que nunca a defender el liderato en la general, empujado por la confianza de encadenar dos victorias seguidas desde la ‘pole position’. «Si no tengo que correr ninguna carrera más en toda mi vida, perfecto. Pero estas cinco que faltan hay que estar sí o sí», advirtió el británico.

Únicamente tres puntos separan a los dos compañeros en la escudería Mercedes, en un final de campeonato que parece que no se resolverá hasta la última prueba, en Abu Dhabi, que, además, repartirá el doble de puntos.

«Fue el peor día del año», admitió Rosberg en un vídeo publicado en el que lamentó las averías técnicas que le llevaron a abandonar en el GP de Singapur. «Ahora tengo que digerir esto y lanzar de nuevo un ataque total en Suzuka», añadió el piloto, de 29 años, que se tomará unos días libres en Tailandia junto a su mujer para recuperarse de la decepción.

Sin embargo, Hamilton también ha tenido problemas esta temporada con los desperfectos mecánicos. «Me rompería el brazo de nuevo si sirviera para terminar con los problemas de fiabilidad», aseguró el jefe de deportes de Mercedes, Toto Wolff, que hace unas semanas se lesionó en un accidente de bicicleta.

Por segunda vez esta temporada, Rosberg tuvo que ceder el liderato. La primera vez fue el pasado 11 de mayo al ganar Hamilton en Montmeló. Esta vez, el germano no pudo ni siquiera inquietar a su principal rival. Un cable defectuoso en la dirección tuvo la culpa.

El mismo Hamilton lamentó la mala suerte de su oponente. «Habría querido tener esa pelea. Disfruto de la intensidad», comentó. «La suerte está del lado de Hamilton. El Mercedes dejó a Nico Rosberg en la estacada», escribió ayer el diario inglés The Telegraph.

Pero la suerte puede cambiar en cualquier momento, y en Japón podrían intercambiarse de nuevo los puestos al frente de la clasificación de pilotos. «No confío nada en las rachas», advirtió el inglés. «Un abandono y todo será de nuevo distinto», apostilló.

En Suzuka no han ganado nunca ninguno. El británico fue tercero en 2009 en un McLaren-Mercedes, mientras que el alemán fue quinto con Williams el mismo año.

En cuatro de las últimas cinco carreras se impuso el antaño dominador Sebastian Vettel, que el pasado domingo ocupó el segundo escalón del podio por delante de su compañero en Red Bull, el australiano Daniel Ricciardo, que podría convertirse en juez en las próximas citas en el duelo entre los Mercedes.

Para prepararse perfectamente para la decimoquinta carrera del año, Rosberg decidió quedarse en Asia. El año pasado, el alemán, con residencia en Mónaco se quejó de problemas de jet-lag.

Por su parte, Hamilton publicó ayer una foto en Facebook en la que se le ve observando el amanecer en Singapur. «Hermosa mañana», escribió el británico bajo una imagen en la que se le ve relajado. La frustración la lleva ahora Rosberg en la maleta.

Ferrari. Y si en Mercedes la cosa está que arde, también en Ferrari se suben por las paredes después de las palabras de Fernando Alonso el pasado jueves cuando, cansado de las filtraciones de su equipo, anunció que hablará en las próximas semanas.

Para intentar calmar las aguas, el jefe de Ferrari, Marco Mattiacci, puntualizó ayer que el español se quedará en la Scudería «de momento». Estas declaraciones vienen después de que el asturiano le sacara 45 segundos y ocho puntos a Kimi Raikkonen en el circuito de Marina Bay. El próximo capítulo tendrá lugar dentro de dos semanas en Japón.