La comarca de La Mancha: la más sísmica

J. M. / Toledo
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Los expertos consideran la provincia como una zona de baja intensidad de terremotos • En las dos últimas décadas, han destacado 32 en la provincia, la mayoría en La Mancha, aunque el más importante fue en La Guardia

El pasado día 23 de febrero, permanecerá en el recuerdo de muchos toledanos. Al menos de los que sintieron perfectamente cómo el mundo temblaba bajo sus pies en un fenómeno de la naturaleza al que no se está acostumbrado en España. De ahí, que durante 24 horas no se hablara de otra cosa en el centro de la Península Ibérica. El epicentro se localizó en el término albaceteño de Ossa de Montiel, pero se extendió a diferentes provincias, entre ellas Toledo. Sin embargo, no fue la primera vez ni mucho menos que se mide en Escala Richter en la zona, puesto que abundan los movimientos tectónicos, de una manera más o menos perceptible. «La provincia, respecto a la sismicidad, no es de la más activas», apunta no obstante a este diario el delegado en Castilla-La Mancha del Colegio Oficial de Geólogos, Daniel Tejela

La provincia de Toledo es «bastante tranquila» en cuanto a movimientos sísmicos, pero puede sufrir la resaca de provincias limítrofes, como ocurrió en el caso reciente de Albacete, o incluso de Murcia, como ha sucedido anteriormente, teniendo en cuenta que esta región es una de las de mayor riesgo de España, junto con Granada, Málaga, Almería y Alicante.

sin estar acostumbrados. «Un terremoto es una liberación de la tensión de la falla que se acumula a lo largo de millones de años», explica rigurosamente Tejela. Pero un movimiento sísmico implica muchas más circunstancias, al menos por la sensación de pánico o incertidumbre que desata entre la sociedad. «No estamos acostumbrados a los terremotos. Hay países con dos o tres al día, como Japón, Chile o Perú. De hecho, en España hay terremotos todos los días, pero de magnitudes bajas», afirma. Así, los expertos no toman un especial interés en el movimiento sísmico del pasado 23 de febrero, por más revuelo social que haya formado.

No obstante, el delegado en Castilla-La Mancha del Colegio Oficial de Geólogos señala:«Se ha liberado de forma pequeña. Es una buena señal que se libere la tensión poco a poco». Al fin y al cabo, el terremoto de Ossa de Montiel se sintió claramente durante unos segundos, pero no ha provocado ningún daño personal ni material.

De todos modos, no hay que remontarse mucho más atrás para encontrarse, según los datos de la Red Sísmica Nacional, con el terremoto más intenso. Sucedió en el año 2010, concretamente el 17 de diciembre en el término municipal de La Guardia. Se trató de una magnitud de 3,5 en la Escala de Richter y el epicentro se localizó a tan sólo 2,91 kilómetros de profundidad. El de Ossa de Montiel se registró a más de 10 kilómetros. A este respecto, la falla no tiene un alto riesgo, aunque se desconocía que estuviera activa.

El experto señala que resulta imposible a día de hoy prever un terremoto, pero sí se pueden perimetrar las zonas de peligrosidad por el historial de terremoto y la tectónica.

El Colegio Oficial de Geólogos demanda que se completen estudios sobre peligrosidad y vulnerabilidad para determinar los planes generales de ordenación urbana en función del rango de riesgo. De este modo, se pretende evitar construir un hospital encima de una falla, por ejemplo. En el ámbito regional y local, mantiene que se debe impulsar que las comunidades autónomas exijan la elaboración de mapas de riesgos en los informes de sostenibilidad de los Planes Generales de Ordenación Urbanística.

Tejela facilita una relación de seísmos ocurridos en la provincia de Toledo, y los dos primeros se remontan al siglo XVIII, concretamente al año 1755, referente en la Península Ibérica, porque fue cuando se desencadenó el movimiento sísmico que provocó un tsunami con alrededor de 15.000 víctimas en Lisboa y daños graves en el casco urbano. Dos meses antes, el 24 de agosto de 1755 se registró uno de intensidad media -por entonces no se podía calcular la profundidad- en el término municipal de Mora. De hecho, hubo otro el 4 de octubre de ese mismo año con un nivel parecido.

La Guardia, en la comarca de La Mesa de Ocaña, registró el terremoto más intenso en el año 2010, pero en estas dos últimas décadas, la comarca de La Mancha ha resultado la más señalada en los mapas de sismicidad en la provincia. Las poblaciones de Corral de Almaguer, Tembleque y El Romeral han sufrido los movimientos sísmicos más importantes de los últimos años. Por ejemplo, Tembleque padeció uno el 23 de febrero de 2008 que alcanzó una intensidad de 3,8 -superior al de La Guardia- pero a 10,45 kilómetros de profundidad.

El experto del Colegio Oficial de Geólogos apunta que el material cuarcítico  más fracturado que caracteriza a la zona manchega origina estos temblores.

La gran mayoría de los 32 terremotos más importantes de las dos últimas décadas han ocurrido en las tres poblaciones mencionadas, pero hay otras que han registrado también movimientos considerables durante este periodo, desde 1994.

Así, aparecen también en el listado Quero, La Puebla de Almoradiel, Ajofrín, Villanueva de Bogas y La Guardia, esta última figura también en la lista por el temblor más reciente. Concretamente, del 18 de julio de 2014 con un 2,6 de intensidad y a 11 kilómetros de profundidad.

Ahora, no se sabe cuándo será la próxima vez que la tierra volverá a temblar en la provincia. Al menos, mucha gente ya ha sentido la experiencia.