El PIB de Toledo crecerá un 0,1% que el regional en 2019

Álvaro de la Paz
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Los economistas toledanos pronostican un repunte del 1,8% en la provincia y del 1,7% en la región el próximo año. La previsión de la OCDE para España alcanza el 2,2% de incremento

El PIB de Toledo crecerá un 0,1% que el regional en 2019

La sección toledana del Colegio de Economistas de Madrid presentó ayer los resultados de la segunda encuesta realizada entre los profesionales de la materia y nombrada como Los economistas de Toledo opinan. El sondeo, distribuido a lo largo del otoño en nueve provincias situadas alrededor de Madrid, plantea a los expertos colegiados su percepción sobre el estado de diferentes indicadores, incluyendo el mercado laboral, la situación política e institucional, el desarrollo de las infraestructuras o la recaudación fiscal. Además, el cuestionario incluye como novedades sendas preguntas acerca de la felicidad personal y una valoración de cuán segura sienten su privacidad.

Los resultados apuntan al «paro, la elevada fiscalidad y la inestabilidad política como las preocupaciones prioritarias» entre los profesionales de la interpretación económica. El sondeo se ha realizado entre los más de 7.500 profesionales vinculados al Colegio de Economistas de Madrid. En Toledo, el índice de respuestas ha superado el 17,1% del total de inscritos en la sección provincial. Estos 60 cuestionarios toledanos rellenos suponen una muestra significativa y de calidad, dado el perfil académico e investigador de quienes han respondido, para entender qué está ocurriendo en las economías local y regional y qué puede acontecer en un futuro próximo.

Los economistas de la provincia pronostican que la economía regional crecerá en 2018 cuatro décimas menos que el conjunto de la nación. Así, según las estimaciones del panel de expertos, el PIB castellano-manchego repuntará un 2,2% frente al 2,6% del conjunto de España. La economía local, por su parte, incrementará su capacidad productiva un 2,3%. El mismo patrón se repetirá el año próximo, aunque con cifras más magras, propias de una etapa de ralentización. Así, el consenso de economistas colegiados estima que Castilla-La Mancha añadirá un 1,7% a su PIB, mientras que Toledo volverá a mejorar el dato de la comunidad autónoma por una décima (1,8%). La previsión de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) prevé que el PIB nacional suba un 2,2%, por encima de las referencias geográficamente más próximas.

Para más de la mitad de los economistas de la provincia (el 55,3% de los mismos), el paro es el problema más importante que afronta Toledo. La percepción del desempleo como primer factor negativo desciende desde el 85,3% registrado en la oleada de principios de 2018. «Sí, baja un poquito respecto a la anterior encuesta», explica limitando la caída de 30 puntos el decano de la sección toledana del colegio, Jesús Santos. El descenso lo explican los mejores datos del indicador tanto en el ámbito nacional como en los cercanos.

El también catedrático de Economía Financiera y Contabilidad en la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) apunta a la edad como un factor clave para entender el temor a la falta de trabajo. «Es mucho mayor el miedo entre los más jóvenes; entre los de mayor edad esta preocupación se diluye y emergen con fuerza los riesgos derivados de la inestabilidad política en España».

Respecto a la inestabilidad política cabe atender al cambio de Gobierno producido en la primavera de este año como principal razón. La debilidad parlamentaria del mismo, y sus dificultades para la aprobación de, entre otras, la ley de los Presupuestos Generales del Estado, dañan la percepción sobre el entramado institucional. Más del 40% de los encuestados califican con valores de uno y dos (la escala de la encuesta oscila entre los valores uno -extremadamente preocupante- y siete -muy poco preocupante-) este indicador tan difícil de cuantificar.

La carga fiscal que soportan individuos y empresas se sigue percibiendo como demasiado elevada. Los economistas plantean un escenario con tasas más reducidas. Una importante proporción de los consultados considera que son excesivos (alrededor del 70%), a tenor de sus respuestas al cuestionario -en los valores del uno al cuatro-.

felicidad. La gran novedad de la encuesta fue la inclusión de dos preguntas sobre la percepción de sus afiliados respecto a la felicidad personal y a la seguridad de sus datos personales y de carácter privado. Toledo sale bien parada de la primera: sus economistas puntúan con un 7,6 (sobre diez) su propio bienestar. El grado de satisfacción alcanzado es una décima más alto que el de los madrileños, siendo los más jóvenes son quienes más entusiastas se sienten con su propia vida. Estas estadísticas complementan a los tradicionales paneles macroeconómicos.