El viceconsejero de Cultura de la Junta de Comunidades, Jesús Carrascosa, advirtió ayer, a preguntas de los medios de comunicación tras un acto en el Museo de Santa Cruz, que los daños causados en el suelo del puente de Alcántara durante la instalación de la iluminación artística no han sido graves en exceso y se podrán solventar «con un poco de esfuerzo». A su juicio, el problema «no va a pasar a mayores».

Tras el estudio de los técnicos sobre el terreno, Cultura ha llegado a la conclusión de que «no es la mejor cosa que podíamos haber hecho, pero afortunadamente ha sido en los elementos menos destacados del puente, los más modernos». A partir de ahí, lo que se tratará de hacer es una restauración, para dejar el monumento en las mejores condiciones posibles.

Carrascosa explicó que, al parecer, se ha producido durante la obra una confusión respecto al significado de «trabajos manuales». Pero «no ha sido muy grave, afortunadamente se va a poder arreglar sin problema, y esperemos que no se vuelva a repetir».

El viceconsejero no quiso mezclar esta actuación en el puente con las de años anteriores para la iluminación navideña. Cultura ha marcado en su informe cómo se tienen que desarrollar las actuaciones, «y no han terminado de hacerse como nosotros queríamos».

El pasado miércoles, La Tribuna denunció que durante las obras de instalación de la nueva iluminación artística del monumento (adjudiacadas a ‘Casa Álvarez’ por un total de 232.561 euros) se procedió a cortar las losas de granito del suelo con una radial en toda la longitud del puente.

 Según reza el contrato de adjudicación de las obras, «la única actuación que de desarrollará en el puente será la sustitución de las columnas de alumbrado público existentes en la actualidad, así como el nuevo cableado que discurrirá en el interior de las juntas de separación de las losas de granito que forman el pavimento del puente».

Lejos de producirse un tratamiento similar, los operarios de la empresa ‘Casa Álvarez’ procedieron a cortar con radial las losas de granito en un claro incumplimiento de lo fijado en el contrato.

El cableado debería haberse realizado picando las juntas de separación de las losas de granito, ya que, según se señalaba en el pliego, cuentan con «un grosor superior a los 15 cm y las juntas son muy anchas, de 3-4 cm», lo que permitía canalizar el cableado sin necesidad de proceder a cortar la piedra. «Teniendo en cuenta la anchura y profundidad de la junta se estima que tiene dimensiones suficientes para alojar dos cables eléctricos y uno de datos, dado que el diámetro cada uno es inferior a 2 cm y no necesitan de separación entre ellos», sentencia el pliego para terminar diciendo que «la apertura y limpieza de las juntas se hará con medios manuales».