Triple triunfo en la 'monstruo' del Corpus

Dominguín
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El Juli, Talavante y Álvaro Lorenzo abandonaron ayer a hombros el coso de Mendigorria, tras cortar siete orejas entre los tres espadas. Morante dejó en su primer toro los más bellos pasajes de la tarde. El encierro de domingo Hernández y Garcigrande

Con un ambiente que hace años no se vivía en el coso de Mendigorría se celebró la corrida monstruo organizada con motivo del Corpus Cristi, con casi lleno en los tendidos y una corrida que levantó expectación del público venido de toda la provincia y de fuera de ella. Morante de la Puebla recibió su primer toro con gusto y cadencia un animal colaborador que le dejó desplegar su magia con el capote. Luego, tras picar al toro, realizó un quite que fue jadeado por el público. Con la muleta en la mano vino una antología de toreo clásico cadencioso con gusto. Con la mano derecha desplegó toda su tauromaquia en tandas largas de mano baja y que fueron aplaudidos por el público, puesto en pie los tendidos. Final de faena antológico con trincherazos cual carteles de toros. Estocada entera pero animal tardo en caer premiándole con una sola oreja que Morante declino pasear por el anillo. Poca suerte tuvo Julián López 'El Juli' en el primer toro de su lote un animal que con el capote no le dejó lucirse y que acusó la voltereta que se pegó. Con la muleta intentó hacer el toreo fundamental pero el animal se le quedaba corto y se venía a los pechos. Tuvo que abreviar y mató el toro de estocada entera recibiendo una ovación del respetable.El tercer turno de la tarde le correspondió a Alejandro Talavante, que tuvo un toro colaborador que no se empleó en los primeros tercios de la lidia. Pero cuando Alejandro cogió la muleta todo cambió, el poder por bajo, el gusto y la técnica hicieron que el animal entrase en el ligazón de la muleta. Fue una sinfonía por naturales de mano baja haciendo que el toro la siguiese hasta el final. Remató su obra con manoletinas ajustadas pero el mal uso de los aceros llevo al traste una faena de doble trofeo. Fue ovacionado por el respetable que agradeció su gran labor ante el tercero de la tarde. Lorenzo comenzó con ganas el primero de su lote donde escribió con el capote, como nos tiene acostumbrados, un recibo mágico y con torería. Las verónicas de mano baja lentas y cadenciosas fueron animadas por el público y ovacionadas lo que hizo que el torero toledano se fuese creciendo en cada lance. El quite tras el tercio de varas fue magnífico, pues entre tijerinas y chicuelinas remató la tanda con un natural con el capote enroscando al animal a la cintura. Brindó su enemigo a Pablo Lozano, el cual ha sido su apoderado los últimos años. De rodillas, sin enmendarse, llamó al burel de lejos y éste con una gran acometida tomó la muleta de Lorenzo que sin probaturas se puso a torearle por derechazos cuajados y lentos por bajo y de frente. El público enloqueció se levantó sus asientos y una atronadora ovación le premió lo que fue el preludio de una gran faena. Aprovechando el buen concepto del temple que tiene Lorenzo fue tirando del animal por bajo y consiguiendo meterle en la faena por ambos pitones. Remato con una estocada hasta los gavilanes lo que le hizo merecedor de las dos orejas que paseo por el anillo.Poco pudo hacer Morante de la Puebla en su segundo toro, aunque intento agradar al público, recibiendo con el capote de manera garbosa a su animal. Con la muleta comenzó con titubeos y ante alguna queja del personal el torero cogió la muleta con la mano derecha y trazó algunos muletazos de mérito y encajados, fue a menos y al final todo quedó en una ovación que recibió el torero del tercio.