«Proponer el traslado de los fondos del Museo del Greco al Museo de Santa Cruz obedece a una serie de intereses torticeros y excluyentes. Se trata de un proyecto que carece de base jurídica, que no tiene en cuenta la inversión realizada en su emplazamiento actual y que obvia una parte muy importante de la historia cultural de esta ciudad: las numerosísimas visitas nacionales e internacionales que durante más de un siglo han acudido a contemplar las pinturas del Greco allí, desde Rainer Maria Rilke hasta Federico García Lorca». Con estas palabras se refería ayer Consolación Pastor, directora del Museo del Greco durante dos décadas, a la propuesta de trasladar los fondos de esta institución al actual Museo de Santa Cruz con el fin de reunificar ambas colecciones en un único «gran museo nacional del Greco» (tal y como se ha denominado a este proyecto desde que Arturo García Tizón, presidente de la Diputación de Toledo, lo anunció a finales del año pasado y fue auspiciado después por las Cortes de Castilla-La Mancha y por su presidenta, María Dolores Cospedal).
«De entrada, es falso plantear que no existe un museo nacional dedicado al Greco, porque el actual ya lo es: declarar públicamente lo contrario es mentir, manipular o ignorar la -complicada- gestión de los museos toledanos». El historiador del arte y bibliotecario Antonio Casado Poyales, portavoz de la Plataforma en defensa del Museo del Greco, encabezó la última de las tertulias que el Círculo de Arte ofrece los primeros miércoles de cada mes, un encuentro en donde la opinión mayoritaria se declaró en contra del traslado pero que también contó con voces a favor de la reunificación de colecciones, concretamente la de Antonio Illán, exdirector general de Documentación y Análisis de Castilla-La Mancha.
La tertulia, en donde también se debatió sobre cuestiones como las limitaciones de la entrada única a los museos, el anteproyecto de Ley de Museos y «la vergüenza que debería suponer para la administración responsable que Toledo sea la única capital autonómica de España sin un museo de arte contemporáneo», giró en buena medida alrededor de la siguiente pregunta: ¿De verdad es necesario concentrar las pinturas del Greco en una única institución?
Antonio Illán se manifestó a favor de las ventajas que esto podría suponer, «de manera similar a como funciona el Museo Van Gogh de Amsterdam». Casado Poyales, por su parte, planteó que «es preferible que sea la ciudad de Toledo, en su totalidad, la que concibamos como un gran museo de sí misma». El expresidente regional de la Federación Española de Asociaciones de Archiveros, Bibliotecarios, Arqueólogos, Museólogos y Documentalistas enumeró las muchas pinturas del Greco que escaparían a la reunificación propuesta por estar en manos privadas (desde la Iglesia hasta la Fundación Ducal de Medinaceli, que gestiona su propio museo en el Hospital de San Juan Bautista de Tavera) y expresó tener indicios de que la Catedral -principal propietaria de la veintena de Grecos que alberga en la actualidad el Museo de Santa Cruz- no apoya la reunificación de colecciones. «Deberían pensar quienes están a favor del traslado que el deán podría reclamar las obras que tiene cedidas al Museo de Santa Cruz, pinturas que encajarían estupendamente dentro del nuevo proyecto museográfico en torno al Greco que la Catedral prepara en su sacristía. Si eso sucediera, la propuesta de traslado quedaría seriamente mermada».
La tertulia, durante la cual se pronunciaron expresiones como «desahucio cultural», incluyó asimismo un ataque directo al «tupido velo», en palabras de Consolación Pastor, que parece rodear un proyecto sobre el cual todavía no se han pronunciado públicamente los responsables del Ministerio de Cultura. «Un plan museográfico a la altura del siglo XXI no se hace en unos meses», opinó Antonio Casado, quien lamentó que no se haya promovido un debate abierto con técnicos especializados por parte de los partidarios del traslado, incluida la Fundación El Greco 2014, que preside Gregorio Marañón y Bertrán de Lis.
El expresidente de Anabad en Castilla-La Mancha lamentó que «los fastos organizados para 2014 no parezcan tener en cuenta a la Universidad de Castilla-La Mancha, sino a la Universidad Autónoma», y criticó duramente «la existencia de fundaciones que, utilizando dinero público, parecen hacer una gestión privada».
La última parte de la tertulia celebrada en el Círculo de Arte, la cual volverá a reunirse el primer miércoles del mes de mayo, giró alrededor del proyecto artístico de Cristina Iglesias para Toledo -«cuyo contenido no ha sido explicado a los toledanos, que han tenido que acudir a la exposición del Reina Sofía de Madrid para poder conocerlo», apuntó Casado Poyales- y de las ventajas e inconvenientes de que los museos cedan parte de su terreno a la gestión privada. En este sentido, algunos asistentes llegaron a preguntarse si tras el propósito de trasladar un museo público no se esconderá, a medio o largo plazo, un propósito de privatización museística.