Agua y viento fueron los protagonistas de la tarde del domingo. La fuerte tormenta que acaeció en la ciudad hizo que, en apenas una hora y media, desde aproximadamente las seis de la tarde, las llamadas a los servicios de emergencias por parte de los vecinos fuesen continuadas; y es que el fuerte viento hizo que muchos árboles cayesen o se desprendiesen ramas en distintos puntos de la ciudad, y que chapas e incluso vallas publicitarias corriesen la misma suerte; las precipitaciones, con una gran cantidad de agua en pocos minutos,  fueron las culpables que muchas viviendas sufriesen inundaciones.

Con tal panorama, los efectivos del Parque de Bomberos de Toledo también tuvieron una tarde ajetreada; y es que, según informan desde el parque, se sucedieron más de una veintena de actuaciones en diversos puntos de la ciudad. La parte positiva ha sido que en ninguna de las actuaciones se ha tenido que lamentar daños personales, circunscribiéndose su trabajo a la retirada de árboles y ramas y el achique de agua de algunas viviendas y locales comerciales. Las mismas fuentes recalcaron que toda la ciudad se vio afectada por el temporal, aunque destacan las intervenciones en el barrio de Azucaica, donde se cayeron varios árboles y ramas, además de registrarse diversas inundaciones; en  Santa María de Benquerencia, con las mismas causas de desprendimiento de arboleda, y en la zona del ‘barrio avanzado’ con el desprendimiento de chapas y vallas. Reseñable es la actuación en la ‘Finca Calabazas’ donde los bomberos tuvieron que retiras un gran árbol que por la virulencia de la tormenta se desplomó sobre una vivienda, produciendo daños materiales en la fachada y en el tejado de la misma.

Las labores de limpieza y retirada de ramas y materiales continuaban ayer por parte de los efectivos en distintos puntos de la ciudad.