Súplicas para el Cristo de la Salud

Daniel Pérez
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La Cofradía de Jesús de la Salud salió a la calle en la noche del Martes Santo por segundo año después de su fundación en 2012 gracias a unos jóvenes cofrades.

El Cristo de la Salud procesionó por segundo año en la Semana Santa. - Foto: Peña

La cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Salud procesionó por las calles de Talavera en la noche del Martes Santo por segundo año consecutivo. Quince minutos después de que la Cofradía de los Regantes partiese de la iglesia Santa María La Mayor, llegó el turno par a los devotos de esta hermandad.

En la misma puerta de La Colegial, la imagen de Nuestro Padre Jesús de la Salud escuchó una saeta, acompañada del sonido característico de un martinete que llevó el júbilo a las cientos de personas que se concentraron en las inmediaciones del templo para disfrutar de uno de los momentos más emotivos en cada de una de las procesiones, la salida de la imagen.

Los aplausos y piropos acompañaron al paso durante toda la procesión que recorrió buena parte de las arterias del Casco Histórico de la ciudad. Tras abandonar La Colegial, afrontó la plaza del Pan, plaza Arzobispo Tenorio, Gabriel Alonso Herrera, calle Río Tajo, Huerto de San Agustín, Pescaderías, Murallas, plaza del Reloj, corredera del Cristo, Palenque, plaza Padre Juan de Mariana, plaza del Pan y regreso, nuevamente, a la parroquia de Santa María La Mayor.

La hermandad cuenta con muchísimos fieles teniendo en cuenta que su fundación se produjo hace tan sólo dos años. En 2012 un grupo de jóvenes cofrades con la ilusión de portar su trabajo y su esfuerzo  para la Semana Santa, dio un paso hacia adelate para crear una cofradía que surge con el objetivo de ayudar a las personas que padecen cualquier tipo de enfermedad y a sus familiares.

La imagen de Jesús de la Salud le representa con la cruz a cuestas en el camino del Calvario. Un trayecto duro y complejo en el que los feligreses le acompañan mientras suplican y rezan por sus familiares. Y es que esta cofradía tiene  un grandísimo apego con todas aquellas personas que se encuentran atravesando problemas de salud. Algo que hace prácticamente obligatoria la asistencia de los devotos a sus procesiones.

Los cofrades, con su indumentaria característica, reclaman la atención en una jornada para la que trabajan muy duro los miembros de esta hermandad. El color blanco roto con capucha, siguiendo el modelo de los hábitos franciscanos deslumbra en una noche en la que todos los acompañantes  rezan y suplican al Cristo de la Salud para pedirles por ellos mismos o por sus familiares.

El paso fue acompañado por la Agrupación Musical ‘Virgen de las Angustias’ del municipio toledano de Quintanar de la Orden que otorgó una mayor solemnidad a una procesión en la que los más pequeños tuvieron un papel protagonista. Y es que, fueron muchos los jóvenes que acompañaron a esta cofradía por todo el recorrido  durante las más de dos horas de trayecto.

La imagen de nuestro Padre Jesús de la Salud, obra el joven imaginero cordobés Pedro Jesús Pila Martínez, emocionó a algunos de los fieles que miraban fijamente su rostro. Un semblante herido con el que Jesús quiere decir que todo en la vida se supera siempre y cuando no se pierda nunca la Fe.

Los encargados de trasladar de una zona a otra de la ciudad a la imagen fueron un total de 32 hermanos que, a costal, acercaron al Padre Jesús de la Salud a los hogares de los devotos. Unos fieles que aunque se encuentren atravesando una época complicada, no dudan en rendirle un emotivo homenaje.

Una noche en la que los enfermos de la ciudad y, todos sus familiares, acompañaron a un Jesús crucificado que todo lo puede y que transmite coraje y salud para sus devotos.