El Ayuntamiento de Toledo se quita toda responsabilidad sobre las retenciones, atascos o desvíos que provoquen las obras que realiza el Ministerio de Fomento en los puentes de la A-42 que sobrevuelan la carretera de Ocaña, entre Santa Bárbara y el Polígono. El concejal de Movilidad, Juan José Pérez del Pino, asegura que la Delegación del Gobierno continúa sin enviar información sobre el plan de trabajo así que lo único que puede hacer es tener alerta a la Policía Local para actuar en caso de que el colapso llegue a las calles en las que tiene jurisdicción. De cara al futuro, cuando se abra al nuevo hospital (dice que hay tiempo de sobra) es partidario de cerrar la circunvalación de Toledo por autovía, entre la A-40 (Olías) hasta Los Viñedos (Nambroca).

El concejal dice que ha recibido 1.500 firmas de partidarios de un tercer carril en la N-400 y que se encienda la iluminación. Del Pino se muestra a favor de dar la luz pero no está tan convencido de que el carril extra valga para algo.

A falta de consultar con sus técnicos, cree que la circunvalación completa será la mejor solución para  aligerar la carga de tráfico que pasa a diario por el nudo de carreteras entre Santa Bárbara y el Polígono que ahora absorbe el tránsito a los centros comerciales y en pocos años tendrá que hacer frente al hospital.

En cuanto a la obras que han empezado dice que cuando haya atascos los ciudadanos no van a preguntar de quién es la responsabilidad (del Estado y la Guardia Civil)por lo que le gustaría colaborar para hacerlo bien.