Ya han pasado casi cuatro meses de la implantación de la receta electrónica en Castilla-La Mancha. Un nuevo sistema de prescripción y dispensación de medicamentos que cuenta con la aprobación de los profesionales del sector como Manuel Toledano, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Toledo, quienes ven en la receta electrónica un avance hacia la modernización del sistema sanitario, además de dotar a la dispensación de medicamentos de un añadido de seguridad para el paciente.

La receta electrónica reduce la visita de los usuarios a los centros de salud y permite a los facultativos contar con más tiempo de atención. Frente a esto, los pacientes sí que han tenido que aumentar sus visitas a las farmacias ya que el control de la dispensación de medicamentos es más estricto. «El usuario tiene que visitar más la farmacia porque está todo más controlado para que no haya un abuso», comentaba Toledano, satisfecho con el resultado de la receta electrónica.

En este sentido, el presidente del Colegio de Farmacéuticos explicaba que la colaboración entre los profesionales y el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) ha hecho posible que la implantación del sistema se desarrolle con cierta celeridad, aunque en algunos puntos de la provincia, explicaba, aún hay que ganar en conexiones a la red de mayor velocidad.

«En el futuro irá a mejor, hay que trabajar en la velocidad de las conexiones», apuntaba Toledano, para destacar que ahora el profesional tiene acceso directo a información sobre medicamentos y productos, así como a la base de datos del conocimiento sanitario, haciendo de la venta de fármacos una acción más segura.

Farmacéuticos regionales. En la actualidad en Castilla-La Mancha hay un total de 2.645 licenciados en Farmacia colegiados, de los que unos 1.700 desarrollan su labor profesional en alguna de las 1.274 oficinas de farmacia existentes, lo que supone el 64,27 por ciento, mientras que el ratio por farmacia en la región es de 1.600 habitantes.

Toledo encabeza los colegiados por provincia con 792 inscritos, seguida por Ciudad Real y Albacete, con 651 y 537 asociados respectivamente. A estas capitales de provincia se suma Guadalajara con 380 colegiados y Cuenca con 285.

De otro lado, como explicaba el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Toledo, otros profesionales del sector desempeñan su trabajo en otros ámbitos como los laboratorios de análisis clínicos, la industria farmacéutica o la distribución, así como las farmacias hospitalarias. Junto a estas funciones, otros boticarios trabajan en la docencia, la dermofarmacia, óptica u ortopedia.

Conforme a las estadísticas, la farmacia comunitaria continúa siendo la salida profesional que aglutina más farmacéuticos, en concreto en las 21.458 farmacias españolas trabajan el 85,7 por ciento de los colegiados en activo. Según los datos del Consejo de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de Castilla-La Mancha el 90 por ciento de la población española dispone de una farmacia en su lugar de residencia.