Una corredora llega a línea de meta, se echa las manos a la cara y empieza a llorar, conmovida de haber terminado la ‘Cigarra toledana’. Ha empleado algo más de tres horas y quedará, en principio, fuera de los registros de la carrera. Su emoción evidencia que el trazado de este circuito por los cigarrales de Toledo resulta descomunal. Se trata de una acumulación de subidas y bajadas sin tregua durante 21 kilómetros que mantienen concentrados a los participantes, ajenos a medias a la belleza del paisaje. El toledano Miguel Ángel Pulido marcó un ritmo endiablado y se adjudicó la victoria con un tiempo de 1:28:12, a razón de 4:10 minutos el kilómetro. En las mujeres, sobresalió Elena Ugena, con 1:49:44.  

Los minutos previos a la salida de la carrera lograron relajar a los corredores. El arco que marcaba el inicio de la prueba se desinflaba y se volvía a rearmar apenas dos minutos antes de empezar la ‘Cigarra toledana’ en el Cigarral del Ángel, que presentaba desde el inicio sus credendiales con una prolongada subida. La prueba discurre en su mayor parte por caminos de tierra y cumple una primera mitad marcada por un encadenamiento de cuestas que desafian al estado de forma de los corredores. Unos optaban por caminar un poco, y otros seguían corriendo a su ritmo.

«No muy técnico, sin grandes desniveles, pero muy exigente en su conjunto, que sin embargo hace que sea una oportunidad para iniciarse en este tipo de carreras para todo corredor que quiera probar otras sensaciones diferentes a las experimentadas en las típicas carreras por asfalto. Su recorrido está diseñado para pasar por la zona de cigarrales y sus establecimientos comerciales, hasta las proximidades de Cobisa, entre caminos, veredas y sendas públicas», informaba la organización en la convocatoria de la prueba. La mayoría de los corredores proceden de la provincia de Toledo, pero también acuden integrantes de clubes de la Comunidad de Madrid.

Las vistas de los cigarrales suponen el leitmotiv de la carrera, aunque probablemente los corredores no puedan reparar plenamente en la belleza del lugar, con soberbias panorámicas del Casco Histórico de Toledo. No obstante, los participantes coinciden que se trata de una prueba ‘muy bonita’, en las antípodas de convocatorias más corrientes por asfalto.

Quizá por eso haya experimentado un notable aumento de competidores en comparación con 2017. Casi un 50 por ciento más, que ha dejado el listón por encima de los 400 deportistas. La inclusión de la ‘Cigarra toledana’ en el primer circuito de carreras de Ciudades Patrimonio habrá ayudado además a aupar el número de participantes de otras regiones.

El primer Circuito de Carreras promovido por el Grupo Ciudades Patrimonio de la Humanidad tiene vocación de continuidad, tal y como apuntó la concejala de Turismo del Ayuntamiento de Toledo, Rosana Rodríguez, y su objetivo es dar a conocer las 15 ciudades que conforman este organismo a través de la práctica deportiva como un elemento de ocio alternativo para visitar estas poblaciones, según ha informado el Ayuntamiento en una nota de prensa. En este sentido, ha indicado que se eligió la Cigarra Toledana entre todas las carreras que se celebran en la ciudad, porque realza el valor de «las imponentes vistas» que tiene Toledo y revaloriza uno de los conjuntos más interesantes de la capital regional, los cigarrales, potenciando la fauna y la flora de este entorno y mostrando el río Tajo.

La concejala de Turismo asistió a la entrega de trofeos de la Media Maratón ‘Cigarra Toledana’ que ganaron Miguel Ángel Pulido, del club Bicicletas Pina-Tritoledo, y Elena Ugena, del Club de Atletismo Seseña (1:49).

Los organizadores, encabezados por José Ignacio Gómez Peña, entregaron los trofeos a las diferentes categorías y contaron con la colaboración de la concejala de Turismo y la jefa de servicio de Juventud y Deporte de la Junta, Noelia Pérez, ambas administraciones públicas colaboradoras, y también con la ayuda de los patrocinadores.