Arquitectura al servicio de la medicina

F. J. Rodríguez
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El nuevo hospital será un edificio moderno, amplio y netamente funcional que se ha rediseñado pensando únicamente en las necesidades de pacientes y profesionales sanitarios

Arquitectura al servicio de la medicina

El gigante va tomando forma. Desde hace más de un mes la evolución de los trabajos de construcción del nuevo hospital se puede percibir desde la calle. Cualquier toledano que pasee por la zona estos días ha podido ver el inicio de la instalación de los característicos paneles amarillos que recubrirán su entrada, o cómo se forran las partes del edificio que permanecerán en reserva. Pero aún es difícil hacerse a la idea de la imagen final del nuevo hospital, tanto por fuera como por dentro. El arquitecto Txabi Echenagusía, de ‘Árgola Arquitectos’, aporta algunas claves.

La llegada al hospital podrá hacerse por dos vías, tanto andando como en coche. La primera de ellas será el acceso por la puerta principal, que estará unos metros elevada en relación a la calle Boladiez. Existen dos aparcamientos subterráneos, uno para visitantes con capacidad para 400 vehículos situado bajo la fachada principal, y otro para trabajadores del hospital con 1.000 plazas justo debajo de la zona de hospitaliación, la que da a Vía Tarpeya.

Frente a la entrada principal del hospital se instalará un parque, y el talud que salva el desnivel irá cubierto de vegetación. El complejo no tendrá cerramiento por esa zona. Lo primero que verá el visitante al entrar en el hospital será la enorme galería comercial. Muy luminosa y amplia, con suelo radiante y terminada con un jardín interior y una zona infantil. Ahí se instalará la cafetería y los establecimientos comerciales que están previstos (prensa, regalos, loterías, alimentación…). Desde esa misma zona se accederá al área de radioterapia y a la zona de docencia (no hay que olvidar que el hospital es universitario), así como administración. Enfrente estarán los ascensores (que se han tenido que ampliar para ajustarlos a la nueva reglamentación) y los accesos a las consultas de especialidades.

Más adentro surge la auténtica arteria del hospital, el pasillo de uso interno para médicos por el que se desarrollará toda la vorágine de trabajo. Desde allí, en otra zona, se compartirá paso con pacientes y visitantes de cara a acceder a los peines de hospitalización. En total, el hospital cuenta con 5 bloques anexos a modo de púas de peine. Uno de ellos quedará totalmente en reserva, así como la parte final de los otros cuatros. En el resto estarán situadas las camas de hospitalización (668).