El edificio situado en la calle San Marcos, 10, ha sido restaurado por los alumnos del taller prelaboral de polimantenedor de edificios para ofertar a las familias necesitadas de «cobijo» nueve viviendas sociales con las que recuperar «la dignidad y el respeto por lo que son». El arzobispo de Toledo quiso apoyar la iniciativa en un «bonito día» en el que se aprecia «la ayuda de los cristianos a sus hermanos necesitados».
Por ello, y destacando Braulio Rodríguez que la propuesta «es una realidad y no un negocio», los presentes mostraron su satisfacción por la consecución de un proyecto financiado «no sólo con los recursos de Cáritas Toledo sino colaborado con el IRPF -casilla otros fines de interés social- y por el Fondo Social Europeo» que ha financiado el taller prelaboral artífice de la citada restauración. No olvidó recordar, el arzobispo, el trabajo realizado anteriormente por la Asociación de Ayuda al Marginado (Asayma), que «se preocupó de manera muy fuerte de que hubiera vivienda para gente que lo necesitaba».
Sobre el balance de los cinco años de este programa, la coordinadora del Área de Familia de Cáritas apuntó que se trata «de un proyecto de continuidad en el que se interviene al año, aproximadamente, con 70 familias de la provincia», ya que desde 2013 «se ha atendido a 272 familias, de las que 213 han recibido atención integral y la cobertura de vivienda», actuando con las otras 59 «en la paralización o mediación en desahucios y desalojos». En este sentido, quiso Alicia Medina señalar que «se ha paralizado e intervenido en 124 casos de lanzamiento con orden judicial» y se ha hecho lo propio «en 144 casos de riesgo de desahucio y desalojo».
Una tarea que forma parte de un programa trasversal que aborda «la educación, la salud y el empleo» y que, por ello, se ofrece «una respuesta a las familias que han sufrido un desahucio, a las que dan cobertura de una vivienda nueva» y se los ayuda cubriendo «los gastos básicos de suministros, alimentación, medicina, material y transporte escolar, centrados sobre todo en los menores».
Para lograr un buen resultado, son dos las educadoras sociales «que se encargan de realizar itinerarios de inserción personalizado a las familias afectadas, mediante acciones de acompañamiento y mediación». Inicialmente, explicó, «se alivia la situación de bloqueo y angustia que viven las familias afectadas por impago o desahucio facilitando el acceso a vivienda» para, después, resolver «los problemas más urgentes» y buscar la salida de este programa con «ahorros y estabilidad familiar».
Por su parte, la coordinadora del Área de Empleo confirmó que «a lo largo de 2017 Cáritas ha atendido a 679 personas -465 mujeres y 214 hombres- en toda la Diócesis de Toledo», y que junto al curso de polimantenedor de edificios se están realizado dos de agricultura ecológica, un taller de empleo de auxiliar de cocina y servicios de catering, y también dos certificados de profesionalidad de atención sociosanitaria a personas en instituciones. Avanzó, Raquel López, que próximamente se llevará a cabo un curso de camarera de pisos.