Prueban que el pistolero de Plasencia asesinó al joven de Cazalegas

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El examen de balística confirma que una de las armas confiscadas a Rafael Robles tras su detención y muerte fue empleada en el asesinato de Victor Manuel González Flores

Agentes de la Guardia Civil rodean el cadáver de Rafael Robles, que falleció poco después de su captura. - Foto: Efe

Las Fuerzas de Seguridad ya han conseguido una prueba que vincula a Rafael Robles, el presidiario extremeño fallecido el pasado viernes tras protagonizar una escalofriante huida con varios tiroteos en su haber, con el asesinato del joven de Cazalegas Víctor Manuel González Flores. En concreto, un análisis de balística ha permitido determinar que una de las pistolas halladas a Flores tras su muerte fue la utilizada para dar muerte al toledano.

Con el análisis de los casquillos encontrados en la finca de Cazalegas donde se produjo el asesinato, fijándose en elementos como el lugar exacto en que fueron golpeados por la aguja percutora del arma usada en los disparos, y de las estrías dejadas en los proyectiles,   se ha llegado a una de las armas encontradas a Robles tras su detención y muerte durante una operación de la Guardia Civil.

Esta evidencia confirma las sospechas de que Robles tuvo que  perpetrar el asesinato de González Flores. No hay que olvidar que la escalofriante carrera de este convicto por homicidio, que aprovechó un permiso carcelario para no volver a prisión con el posible fin de vengarse de un adversario de su familia, se iniciaba el miércoles 22 de enero cuando secuestro en Plasencia a un padre y su bebé para que le llevaran en coche a un embalse. Allí, el padre aprovechó un descuido para escapar con su niño en su vehículo, lo que pudo culminar con éxito pese a que Robles disparó contra él varias veces.

El  jueves 30 era asesinado en una finca el vecino de Cazalegas, cuando paseaba con sus galgos. Le robaban su todoterreno, que apareció el viernes 31 ardiendo cerca de un tanatorio situado en las afueras de la ciudad de Badajoz.

Ya el jueves 6 de febrero, está confirmado que fue Robles quien mató a un hombre en un club de piragüismo cercano al tanatorio de Badajoz, con el fin de sustraerle su coche. Tras intentar retornar a  la cacereña Plasencia, al día siguiente fue cercado en una zona rural por efectivos de la Guardia Civil. Allí se rindió y falleció a los pocos minutos. La autopsia deberá determinar si murió por un infarto, como se pensaba en un primer momento, o por un disparo que se le halló en un hombro y que pudo producirse en un tiroteo previo a su rendición.

 A la investigación le quedan aún importantes detalles por aclarar, como determinar la forma en que Robles se hizo con las armas que portaba  y cómo se movió desde Plasencia a Cazalegas, en los ocho días que mediaron entre el secuestro del padre y su bebé y el asesinato de Víctor Manuel.

Fuentes policiales ya han señalado que el prófugo contaba con contactos en Talavera de la Reina, localidad situada a poca distancia de Cazalegas, que pudieron servirle de ayuda durante su fuga.