La primera sesión del Debate sobre el Estado del Municipio acabó ayer con varios concejales del PSOE abandonando la sesión, como rechazo al ataque que el alcalde, Jaime Ramos, lanzó contra el portavoz socialista José Gutiérrez. Ramos había advertido al socialista que no admitía lecciones de su parte. El alcalde fue aumentando la tensión y subió de forma considerable el tono en el cierre de su intervención, cuando leyó parte del auto de archivo del caso por la compra masiva de fluorescentes y material de limpieza en la Diputación Provincial, en el que estuvo imputado Gutiérrez, en su etapa de vicepresidente de esta institución. El caso resultó archivado en abril de 2015, dos años después de iniciarse.  

«Me tiene que agradecer que no se recurriera porque usted me lo pidió», señaló el alcalde antes de leer unos párrafos donde se recriminaban esas compras. El socialista aseguró desde su estrado que tal petición era mentira. Los ediles del PSOEFlora Bellón, Carlos Gil y Nieves Arriero se marcharon en ese momento de la sesión, visiblemente molestos.

El portavoz socialista, por su parte, no tuvo oportunidad de decir nada en su defensa, porque ya se habían agotado los turnos de intervención y la presidenta del Pleno, María Rodríguez, le negó un turno extraordinario por alusiones. 

El tono de Ramos fue especialmente duro con el representante del PSOE y contrastó con el que dispensó a la concejala no adscrita Carmen Aceituno, a la que dijo expresamente que no la contestaba porque ella ya no tenía réplica,  y también con la de Ganemos, Sonsoles Arnao.