El escritor Alberto Vázquez-Figueroa tiene para escribir un gran libro de aventuras con su propia vida, aunque no le gusta mucho contar sus propias historias. Esto no le ha impedido ser uno de los autores con más libros, alrededor de un centenar, algunos de ellos escritos en un fin de semana.

Se muestra crítico con los políticos y la corrupción y apuesta por las desaladoras tan reclamadas en la ribera del Tajo para acabar con el trasvase, no obstante, ha inventado una que apenas consume electricidad.  

Ha venido a Talavera a hablar con los miembros de los clubes de lectura que están leyendo varios de sus libros, y a presentar ‘Bajamar’ su último libro, una historia basada en su familia y especialmente en su madre.

Sí, mi madre nació en la isla de Lobo, es la única persona que ha nacido en esa isla, entre Fuerteventura y Lanzarote, era la hija del farero y se crió allí hasta los 15 o 16 años y luego es un poco su vida y la vida de nuestra familia. Se queda embarazada de mí y entonces estalla la guerra civil española y a toda mi familia la meten en la cárcel, a mi abuelo, a mi tío, a mi padre... y ella se tiene que alimentar de todos los gatos de la zona, estaba embarazada y tenía mucho hambre, me alimentaron a base de gatos, y luego me llamaban el gato (risas). Nos deportaron luego a África, he estado allí más de 20 años, luego hice muchas cosas, fui profesor de submarinistas, soy el único que queda del equipo de Cousteau... una historia muy agitada.

Es una historia de supervivencia, pero sobre todo de emigración...

Sí, es importante. En Canarias y en España hubo mucho inmigrante, y lo que viene a decir es que ahora que estamos tanto en contra de los inmigrantes, recordemos que España fue siempre un país de emigrantes, que tuvieron que buscarse la vida en Cuba, en Venezuela, en Argentina... por lo que ahora deberíamos ser un poco más comprensivos con los africanos que vienen aquí a buscarse la vida por la misma razón que nos fuimos nosotros, por hambre.

¿Es su libro más personal?

No me ha gustado mucho escribir de mis cosas, de mi vida particular, pero esto era muy especial porque se trataba de mi madre y un punto de vista de la Guerra Civil en Canarias, que era completamente diferente. En Canarias no quedan cementerios de represaliados de la Guerra Civil porque los cogían a todos y los tiraban al mar con una piedra atada.

Usted ha escrito más de un centenar de libros, ¿cómo puede haber sido tan prolífico? ¿Cuánto tarda en escribir un libro?

Bueno, la mitad más vale olvidarlos, porque son malos. El que menos tardé, ‘El Perro’, un fin de semana, y el que más éxito ha tenido en mi vida, ‘Tuareg’ que se han vendido millones de ejemplares en todos los países del mundo, tardé más o menos un mes. Si no hubiera podido escribir tanto en mi vida... imagínate esos escritores que tardan cuatro o cinco años en un único libro.

Eso es porque tiene las ideas muy claras a la hora de enfrentarse a la hoja en blanco.

Sí, empiezas a escribir y se te ocurren cosas. Es como el que tiene una capacidad para algo... sin embargo me pongo a pintar y tardaría 1o años en pintar una nariz y me saldría mal. O de música, ni la menor idea.

Hay una frase suya en ‘Bajamar’ significativa en estos tiempos que corren... ‘Los hombres nacen, crecen, mueren y se corrompen. Los Gobiernos nacen, crecen, se corrompen y mueren’. ¿No se ha planteado escribir un libro sobre la actual situación política de España?

Ahí habría que escribir una enciclopedia, además resultaría absurda y ridícula y nadie se la creería. ¿Cómo sería posible tanta estupidez? Yo he escrito muchas estupideces pero esto sería una detrás de otra.

Lo estamos viendo, todos los gobiernos se corrompen y acaban destruidos por su propia ambición y estupidez. Es que ahora los políticos, que si uno ha hecho un máster, otro no ha hecho la carrera... nos preguntamos ¿en qué país vivimos, qué tipo de políticos tenemos?

¿Cree realmente que la corrupción muere?

No, no. Es la única que no muere, la corrupción sobrevive, desde la época de los egipcios la corrupción es la que manda. Toda mi vida, que he estado en tantas guerras y he conocido a casi todos los gobernantes de cientos de países, solo he conocido en toda mi vida un sólo político honrado y decente, y al año lo envenenaron... en la República Dominicana, Héctor García Godoy. Era un hombre absolutamente íntegro, tan íntegro que lo mataron. No querían a nadie tan íntegro en el Gobierno. También fui muy amigo de Adolfo Suárez, mi jefe en televisión, y también tenía una cierta integridad e inmediatamente lo echaron, le complicaron la vida y mire cómo acabó.

¿Cuál será su próximo trabajo?

Me gusta mucho contar historias. Ahora estoy contando la historia del pintor de Altamira, porque descubrí que hace 3.000 años un hombre solo pintó los mejores bisontes y la mejor pintura rupestre y de todo tipo que se ha pintado en el mundo. Cuando fue allí Picasso y lo vio dijo, después de esto, todo es retroceso, porque que hace 3.000 años un hombre con un poquito de carbón y óxido de cobre pintara estos bisontes sin tenerlos delante, porque estaba en una cueva, sin luz... esto es superior a la Capilla Sixtina y a todo lo que haya pintado nadie en el mundo. ¿Cómo es posible que en este tiempo saliera alguien de esta categoría? Es muy curioso como era la vida en aquel tiempo, solo había 6.000 habitantes en toda la Península, en España y Portugal.

También ejerció como periodista, especialmente como corresponsal de guerra... ¿Ha cambiado mucho este mundo?

Las cosas son completamente distintas. En la última guerra que yo estuve fue en el 71... ha cambiado todo. Ahora la guerra te la retransmiten en directo por un teléfono móvil. De mi época ya no queda casi ninguno, ahí estábamos con nuestras viejas cámaras fotográficas en primera línea ahora se retransmite vía satélite y de otra manera, hay que adaptarse al mundo moderno. Yo siempre fui enviado especial y corresponsal de guerra, nunca estuve en la redacción de un periódico, le pisé una vez y fue de visita.

Otra de sus facetas más sorprendentes es la de inventor, y curiosamente de unas desaladoras, lo que reclamamos desde Talavera para la finalización del trasvase Tajo-Segura.

Ahí están los políticos de por medio, cuando se iban a hacer mis desaladoras, que no consumen electricidad y podrían producir todo el agua que quieran, con lo que el agua del Ebro y del Tajo quedaría para el interior, cuanto todo eso estaba listo, yo había gastado ya tres millones de euros y el Gobierno de España otros tantos, llegó la señora Narbona y dijo que eso no se podía hacer porque se podían electrocutar las gaviotas. A ella, por lo visto, le preocupaban más las gaviotas, que no se podían electrocutar porque no había cables eléctricos, que todos los señores de Talavera de la Reina o de Castilla o de Aragón, pero luego ella se gastó 3.000 millones de euros en hacer una serie de desaladoras que no funcionan. Y ella ahora es la presidenta de honor del Partido Socialista, y se llevó ella y su marido el actual ministro de Exteriores cientos de millones con eso. Es corrupción pero ahí sigue y contra eso no puedes decir nada.