La cantidad media de líquidos que nos recomiendan, en situaciones normales, asciende a los 2 o 3 litros por persona y día. Evidentemente, eso puede variar en función de la edad, el sexo o el nivel de actividad física que cada persona realice a lo largo de la jornada, pero si hay algo que aumenta esa necesidad es el calor que estamos padeciendo estos días. Es en estas condiciones cuando las necesidades hídricas «pueden duplicarse, ya que también aumentan las pérdidas, sobre todo por el sudor», nos cuenta Beatriz Martín Gil, responsable del departamento técnico de la Asociación de Bebidas Refrescantes (Anfabra), por lo que «beber distintas bebidas con buen sabor puede ayudar a conseguirlo».
Desde Anfabra subrayan que distintos estudios constatan que «consumir variedad de bebidas y que éstas tengan buen sabor, como es el caso de los refrescos, hace más fácil beber la cantidad necesaria y, por tanto, disminuye el riesgo de deshidratación». No reponer esos líquidos que perdemos puede provocar efectos como «dolor de cabeza, mareos, vómitos, disminución del rendimiento físico y mental, fatiga, aumento del ritmo cardíaco, etc», advierte Martín Gil. Ante esto, «beber antes de tener sed, en pequeñas cantidades y con frecuencia» o «tener siempre a mano una botella de alguna bebida que nos guste» son algunos de los trucos que nos permitirán mantener los niveles óptimos para nuestra rutina diaria.
Las claves.
Y es que, «recuperar el equilibrio» es una de las claves que nos ofrecen ante la pérdida de líquidos con las altas temperaturas, algo que va en sintonía con el cuidado de la salud al que la sociedad está entregada, y más en los últimos años. Tanto que el sector de las bebidas refrescantes ha reducido casi un 20 por ciento las calorías de sus productos en los últimos cinco años. Así, y según los datos recogidos por Anfabra sobre una muestra del 80 por ciento del total del mercado, entre 2009 y 2015, las calorías por litro del conjunto de bebidas refrescantes puestas en el mercado español se han reducido en un 19 por ciento.
Para el director de la Asociación de Bebidas Refrescantes es una forma de «estar en sintonía con lo que demanda el mercado» y dar opciones al consumidor. «Actualmente se comercializan más de 2.000 referencias en el mercado español. Esto hace posible elegir un refresco según los gustos, necesidades, la actividad que vaya a realizar o el momento del día», señalan desde Anfabra.